Activistas cubanos advierten de que, sin cambios, las protestas en la isla «terminarán en tragedia»

«El pueblo cubano ha vivido durante décadas engañado con la promesa de un futuro mejor que no ha llegado ni llegará por la incapacidad del sistema para generarlo», ha denunciado Alejandro González Raga, director ejecutivo del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), en un comunicado difundido el lunes 18 de marzo.

En su nota, este organismo ha alertado de que las protestas masivas que se produjeron el 17 de marzo «terminarán en tragedia si no se inician inmediatamente cambios políticos, económicos y sociales». Aquel domingo «miles de cubanos volvieron a las calles a pesar de la represión y la cárcel» que ya sufrieron los isleños que se manifestaron en julio de 2021.

De momento, la única estrategia que ha puesto en marcha el Gobierno para paliar el descontento es regalar arroz y azúcar a los vecinos de Santiago de Cuba, tal y como ha anunciado públicamente Beatriz Johnson Urrutia, la primera secretaria del Partido Comunista en la provincia. A través de una fuente anónima, El País ha revelado que estos cargamentos están compuestos tan solo por «el arroz y el azúcar del mes que no ha llegado y la leche de los niños que no le han dado». La misma confidente ha asegurado en el periódico que, para desmovilizar a los manifestantes en la noche de las protestas, el Ejecutivo «tumbó la corriente y, con la oscuridad en las calles, no quedó de otra que recogerse».

«Medio siglo de fracasos debería ser suficiente»

«La situación es insoportable, es imposible vivir sin agua, sin electricidad, sin alimentos y hacer silencio al mismo tiempo por temor», ha subrayado el mensaje del OCDH. Es un diagnóstico al que González Raga ha sumado la denuncia de «la corrupción generalizada y la indolencia ante el sufrimiento ajeno, que han desembocado en la situación caótica en que vivimos». «Medio siglo de fracasos debería ser suficiente», ha sentenciado.

Asimismo, el director ejecutivo del organismo ha prometido que responsabilizará «al Gobierno cubano de las situaciones que puedan originarse por sus acciones represivas contra la población». Y ha extendido su advertencia «a quienes apoyan al régimen de La Habana en las instituciones internacionales y gobiernos democráticos». Finalmente, ha acusado a estos perfiles de contribuir «al sostenimiento de un statu quo que se extiende durante más de medio siglo y estrangula y continúa extorsionando al sufrido pueblo cubano».