Gentes: Sabatina James, conversa (en Misión)
La persecución, tras convertirme del Islam al cristianismo, me ha acercado a Dios. Los momentos más intensos de mi vida fueron cuando perdí a mi familia. Sufría por ello, pero recibí la mano de Jesucristo, que vino a confortarme. Esto no se puede comparar con el consuelo humano. Dios me ha regalado muchas gracias a través del sufrimiento. Cuanto más sufres, más quieres amar. El sufrimiento te hace parecerte más a Jesús.
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