Muere Alfonso Ussía, el columnista que clamaba contra el «genocidio legalizado» del aborto
En una de sus columnas para Alfa y Omega, Alfonso Ussía denunciaba sobre el aborto que «a las víctimas de hoy las asesinan en el seno de sus madres»
El escritor y columnista Alfonso Ussía ha fallecido este viernes en Ruiloba, su pueblo de Cantabria, a los 77 años. Hasta el final de su vida quiso seguir escribiendo y, según ha recordado El Debate, cuando la enfermedad ya no le permitía teclear dictaba sus textos a su hija Isabel. El último, publicado el martes pasado, estaba dedicado al humorista Miguel Gila.

Ussía solía contar que, de niño, recorría las casas con una hucha para el Domund. Su defensa de posiciones abiertamente católicas se mantuvo en el tiempo. En 2013 escribió en La Razón una de sus columnas más contundentes contra el aborto y de la que Alfa y Omega se hizo eco: «En España, asistimos en la actualidad a un genocidio legalizado cuyos datos abruman. A las víctimas de hoy las asesinan en el seno de sus madres, les niegan la vida. Hemos alcanzado tal nivel de permisividad con el crimen, que se consideran zonas socialmente avanzadas las que cuentan con mayor número de clínicas abortivas. Se trata de un genocidio legalizado por la sociedad».
Periodista de raza
Alfonso Ussía nació en 1948 en una familia estrechamente vinculada a la literatura del siglo XX. Era hijo de Luis de Ussía y Gavaldá, II conde de los Gaitanes y monárquico leal a don Juan de Borbón, y de María de la Asunción Muñoz-Seca y Ariza. Por tanto, su abuelo materno fue el dramaturgo Pedro Muñoz Seca; era primo del escritor Borja Cardelús y más tarde se convirtió en padre del novelista y columnista Alfonso J. Ussía.

Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna. Empezó Derecho y luego Periodismo, aunque no terminó ninguna de las dos carreras. Su entrada en el oficio llegó a principios de los años 70 en el diario Informaciones, entonces dirigido por Jesús de la Serna y con Juan Luis Cebrián como subdirector. Más tarde fue una de las firmas más reconocibles de ABC, y colaboró con Diario 16, Ya, Las Provincias, Litoral o El Cocodrilo —revista que dirigió—. También escribió columnas en La Razón, Tiempo y, en los últimos años, en El Debate. Su estilo, marcado por el humor corrosivo y la sátira política, le dio un espacio propio en la prensa de opinión.
También en la literatura
Participó en radio y televisión con figuras como Luis del Olmo, Antonio Mingote, José Luis Coll o Tip, y fue guionista de series como El marqués de Sotoancho y Puerta con puerta. En paralelo desarrolló una obra literaria de tono satírico con títulos como Tratado de las buenas maneras y las populares Memorias del marqués de Sotoancho.