Como seis DANA: ya se rozan los 1.500 muertos por inundaciones en el sudeste asiático

Como seis DANA: ya se rozan los 1.500 muertos por inundaciones en el sudeste asiático

Indonesia y Sri Lanka son los países más afectados por la confluencia del monzón, varios tifones y La Niña que han causado graves inundaciones en el sudeste asiático

María Martínez López
Miembros de los servicios de rescate en Palembayan, Sumatra (Indonesia) tras las inundaciones en el sudeste asiático el 2 de diciembre. Foto: CNS / Reuters.
Miembros de los servicios de rescate en Palembayan, Sumatra (Indonesia) el 2 de diciembre. Foto: CNS / Reuters.

«El país está bajo el agua; la situación es grave incluso en las ciudades», explica desde Sri Lanka Basil Rohan Fernando, director de Obras Misionales Pontificias en el país, sobre las graves inundaciones en el sudeste asiático de la pasada semana. «Toda la nación se ha visto afectada. Vemos mucho sufrimiento y gente que lo ha perdido todo». 

El ciclón Ditwah, que se formó el 26 de noviembre, es el responsable de que este país sea el segundo más afectado por la oleada de terribles inundaciones en el sudeste asiático. Ha dejado, según las últimas estimaciones, unos 1.500 fallecidos en toda la región, más de seis veces las 228 víctimas mortales de la DANA de 2024 en Valencia. En este país insular se contabilizan al menos 474 muertos y 200.000 desplazados.

Una mujer entre los troncos arrancados por la riada en Padang (Sumatra, Indonesia). Foto: CNS / Reuters.
Una mujer entre los troncos arrancados por la riada en Padang (Sumatra, Indonesia). Foto: CNS / Reuters.

Un tercio del país se quedó sin electricidad ni agua corriente. El presidente, Anura Kumara Dissanayake, describió el desastre como «uno de los peores en la historia del país» y advirtió que los costos de recuperación serán extremadamente altos. «Por eso, toda la Iglesia católica se ha unido al esfuerzo nacional de ayuda, acogida y proximidad», declaró a Fides Fernando, desde Colombo. 

«Hay zonas que siguen aisladas»

El país más golpeado ha sido Indonesia, con al menos 750 víctimas mortales. El culpable, en este caso, es el ciclón Senyar, activo del 25 al 30 de noviembre. «Ahora los rescatistas están tratando de llegar a los desplazados: para algunos es posible, para otros no lo es porque las zonas siguen aisladas», recoge Fides de Yoseph Norbert Sinaga, provincial capuchino en Sibolga. La isla donde se sitúa, Sumatra, es una de las regiones más afectadas.

Sinaga relata que los frailes abrieron las puertas del convento a más de 200 desplazados. «Son familias, niños ancianos», explica. «No sabemos cuánto tiempo permanecerán con nosotros, pero confiamos en la providencia». 

«Lo peor ha pasado pero la emergencia permanece. La inundación y los deslizamientos de tierra han asolado pueblos enteros. Muchas son las personas sin hogar», resalta el capuchino. «Ahora nuestros hermanos y hermanas necesitan una mano inmediata. También intentaremos ayudar a reconstruir sus casas».

Cambio climático y deforestación

Según los expertos, la confluencia de fenómenos meteorológicos adversos y extremos que ha causado las inundaciones en el sudeste asiático está relacionada con el cambio climático, amén de otros factores. En concreto, la ligan a la coincidencia de varios tifones —además de Senyar y Ditwah, Tino, Uwan y Verbena— en el sur y sudeste del continente y a los embates de La Niña, un fenómeno climático que contribuye en la formación de tormentas. Estos tifones llegaron después del Kalmaegi, que ya batió récords antes de la cumbre del clima.

Ayuda humanitaria en Palembayan (Sumatra, Indonesia). Foto: CNS / Reuters.
Ayuda humanitaria en Palembayan (Sumatra, Indonesia). Foto: CNS / Reuters.

El profesor de Meteorología Muhammad Rais Abdillah, del Instituto de Tecnología de Bandung, al sureste de Yakarta, señala a EFE que, aunque el cambio climático no determina directamente el tiempo, sí «altera los factores ambientales, atmosféricos y oceánicos, lo que favorece la formación de nubes convectivas y la posibilidad de ciclones».

«El cambio climático aumenta la temperatura de la superficie del mar, lo que hace que el aire sea más inestable. También aumenta el vapor de agua en el aire, por lo que, si este asciende, la lluvia puede ser bastante intensa y duradera», explica el experto.

Al respecto, el historiador Adrian Vickers, profesor emérito de la Universidad de Sídney, destaca la rareza de que se haya producido un tifón en el estrecho de Málaca. «Son más comunes tanto más al sur como al norte, no tan cerca del ecuador. Los registros históricos también muestran que la intensidad de estas tormentas ha aumentado en las últimas dos décadas. Estos son efectos del cambio climático», sostiene.

«Si bien la temporada de monzones en el sudeste asiático trae fuertes precipitaciones, la intensidad y la duración de la temporada de lluvias han aumentado notablemente en los últimos años», añade Vickers. El investigador australiano cree asimismo que la deforestación a gran escala en Indonesia «ha incrementado las posibilidades de inundaciones y deslizamientos de tierra».