¿Cómo debe comunicar la Iglesia para hacerse entender? Los obispos de España y Portugal responden
El lenguaje con el que tiene que comunicar la Iglesia ha de ser comprensible y utilizar distintos medios. Pero eso no basta, subraya el documento final de Encuentro ibérico de las Comisiones Episcopales para las Comunicaciones Sociales, en el que ha participado Alfa y Omega
Claro, «cercano a la vida cotidiana de las personas» y con «respuestas a las preguntas de la gente de hoy». Son los tres requisitos que debe cumplir, al comunicar, la Iglesia, según los obispos de España y Portugal. Así se refleja en el documento final del Encuentro ibérico de las Comisiones Episcopales para las Comunicaciones Sociales, que ha concluido este miércoles en Funchal (Madeira, Portugal). Alfa y Omega ha participado en la cita a través de su directora, Cristina Sánchez Aguilar.
El texto reconoce que «informar es el único camino para combatir la desinformación». No es «una estrategia» ni «un adorno», sino una forma de presencia que es «parte esencial de la misión», pues «hace visible el amor de Dios en el mundo». En este sentido, los obispos advierten de que «en ocasiones es necesario modular la precisión en favor de la difusión del mensaje eclesial». Aunque ello «sin abandonar el rigor y la verdad».

En una sociedad en la que las palabras y los códigos cambian y aparecen nuevos formatos, en el encuentro se ha insistido en que «la Iglesia debe hablar el lenguaje que todos entiendan, utilizando todos los medios de comunicación disponibles». Esto incluye los que han surgido en los últimos años, sin descartar ninguno.
Cuidar las relaciones
Siendo todo esto necesario, no basta, apuntan los obispos. Además de comunicar la Iglesia tiene que «encarnar el mensaje en la propia vida». Esto pasa, por ejemplo, por «establecer relaciones personales de colaboración y servicio con todos los interesados en construir el bien común».
En efecto, «comunicar es escuchar, acompañar y compartir la vida», en una labor que «no puede ser solo institucional sino también relacional». A ello apunta el lema elegido por el Papa León XIV para la próxima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, Preservar las voces y rostros humanos.
En este sentido, durante la rueda de prensa final del encuentro José Manuel Lorca Planes, presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales de la CEE, ha reflexionado: «Si no conocemos al hombre y a la mujer de hoy, ¿qué les vamos a decir? Si no sabemos cuáles son sus necesidades, ¿qué mensaje les vamos a transmitir?».
Pasos esperanzadores
El documento final sobre cómo debe comunicar la Iglesia también recuerda a los obispos que el «escrutinio de las instituciones, también de la Iglesia católica», es el papel propio de los medios. Lo llevan a cabo «mediante la información sobre la verdad y el contraste con sus protagonistas». Por tanto, «buscar el encuentro» con ellos «es un servicio de la Iglesia a la verdad».

Todo ello «exige profesionalidad: formación, estrategia, sensibilidad periodística y conocimiento del entorno digital, sin olvidar el desafío que supone la inteligencia artificial». Hay camino por andar, pero durante el encuentro también se ha reconocido que se han dado pasos «esperanzadores» a la hora de comunicar la Iglesia. Así, «hoy hay más presencia de la Iglesia en los medios generalistas, más esfuerzo en la formación para la comunicación, más voces femeninas, más laicos comprometidos».
«Respuesta evangélica» a preocupaciones sociales
Cristina Sánchez, directora de Alfa y Omega, fue una de las expertas que expuso estos temas de reflexión a los obispos españoles y portugueses. Durante su intervención, les dijo que «la Iglesia no puede hablar solo de sí misma», sino ofrecer una «respuesta evangélica» a las preocupaciones sociales.
Ha citado temas tan diversos como el acoso escolar, la educación o la regularización de migrantes. Y ha subrayado que «tenemos que estar presentes en todo y explicar el porqué de una forma de abordar o de no abordar todo lo que sucede».
Sánchez recordó que «hay una necesidad de trascendencia en el ser humano» y la Iglesia debe darle respuesta, también fuera de sus paredes. En esta línea, en declaraciones posteriores a la agencia católica lusa Ecclesia, subrayó que «la comunicación institucional es fundamental» y «es importante hablar de lo que se hace». Pero «también es necesario estar presente en los medios de comunicación generalistas» ofreciendo una lectura de todo lo que ocurre desde la doctrina social de la Iglesia.
José Gabriel Vera, secretario de la Comisión Episcopal de Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal Española, dijo en esta línea a Ecclesia que «en el mundo de internet y de las redes sociales, hay numerosas iniciativas valiosas de comunicación de la Iglesia. Ahora es necesario buscar cómo estar presente en el mundo de la inteligencia artificial». Reconoció que «nunca seremos tan rápidos como este mundo necesita, pero es cierto que cada vez somos más rápidos».