Te protegerán mis alas «puede movilizar las conciencias» al hablar de los salesianos en Togo

Te protegerán mis alas, la película que se estrenará el próximo 14 de noviembre en toda España y cuenta la historia real de Wentinam y los salesianos en Togo, «ofrece una visión descarnada y una propuesta muy potente de los que no tienen nada y lo dan todo». Nos lo cuenta su director, Antonio Cuadri, quien confiesa que el filme es una adaptación cinematográfica de una novela homónima «que leí en 2018 y me resultó conmovedora». El filme está producido entre Ulises Producciones y Odeón Media Entertainment en colaboración con Misiones Salesianas y Salesianos María Auxiliadora. Y ha ganado, entre otros, el Premio del Jurado al Mejor Largometraje Internacional en el Portobello Film Festival de Reino Unido.

Ambos, novela y cinta, cuentan la historia de «unos misioneros españoles en Togo, el octavo país más pobre de la tierra, una historia preciosa entre un padre adoptivo y un niño huérfano». Wentinam fue arrojado nada más nacer, literalmente, a un contenedor de basura porque «en algunas zonas de África, si la madre muere en el parto, a los niños se los considera endemoniados».

«El rostro humano que hay detrás de la migración»

Tras este arranque amargo, Te protegerán mis alas presenta «una historia de superación, de acogida y de esperanza». También pondrá en contacto al espectador con «el rostro humano que hay detrás de la migración», bastante más completo que «las migraciones de las estadísticas, la prensa y las redes».

Antonio Cuadri se muestra convencido de que «esta es una historia que puede movilizar las conciencias porque presenta un mundo real como el que vivimos en el que hay cosas terriblemente malas, pero también hay esperanza de redención». Una pincelada más que «nos da un horizonte en un lugar de mucha oscuridad».

«Una revolución amorosa»

El director de Te protegerán mis alas cuenta también que al protagonista salesiano, José Antonio Rodríguez Bejerano, «en Togo, 30 años después, le consideran como una especie de madre Teresa de Calcuta». «Es un hombre que hizo una revolución amorosa con un sentido práctico adelantado a su época». Y que, a imitación de don Bosco, «iba consiguiendo subvenciones» de, por ejemplo, la Junta de Andalucía o el Gobierno vasco. Con los fondos, construyó «una ciudad de acogida» que consistía en «un hogar para niños sin familia a los que dio una formación y un trabajo» al más puro estilo salesiano.

Según adelanta este cineasta, que trabajó también en Cuéntame cómo pasó o Al salir de clase, su nueva película ha tenido pequeños preestrenos para grupos escolares. «El testimonio ha cambiado su visión sobre algunas realidades».