El Consejo de Ministros presenta un plan para incluir el aborto en la Constitución
A pesar de no contar con el apoyo necesario para modificar la Constitución a favor del aborto, el Ejecutivo ha iniciado los trámites de la reforma. «Hace falta una mayoría de tres quintos en ambas cámaras», explica el exmagistrado del TC Andrés Ollero
El Consejo de Ministros ha presentado este martes una propuesta para modificar la Constitución e incluir en ella el derecho al aborto. Así lo ha anunciado la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en una rueda de prensa en la que ha leído el párrafo que el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez pretende incluir en la carta magna.
«Se reconoce el derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo. El ejercicio de este derecho en todo caso será garantizado por los poderes públicos, asegurando su prestación en condiciones de igualdad efectiva, así como la protección de los derechos fundamentales de las mujeres», reza el texto leído por la ministra.
El nuevo párrafo se incluiría en el artículo 43 de la Constitución, en el que se reconoce el derecho a la protección de la salud.Concretamente, se añadiría un cuarto punto al citado artículo con el texto concreto leído por Redondo.

Amplio consenso
«Para llevar a cabo esta reforma hace falta un amplio consenso entre formaciones políticas, que en la actualidad no hay». Concretamente, «hace falta una mayoría de tres quintos en cada una de las cámaras», explica el exmagistrado del Tribunal Constitucional, Andrés Ollero, a Alfa y Omega. De no alcanzarse, «habría que crear una comisión paritaria de diputados y senadores que presentaría un nuevo texto para ser sometido a votación». Si tampoco se lograse el acuerdo, «y siempre que el texto hubiera obtenido el voto favorable de la mayoría absoluta del Senado», indica la propia carta magna, el Congreso, por mayoría de dos tercios, podrá aprobar la reforma.
Sin embargo, aunque se lograse aprobar, «una décima parte de los miembros de cualquiera de las dos cámaras podría solicitar un referéndum para su ratificación», detalla Ollero. La tarea se presupone difícil en el contexto político actual, donde el Gobierno ni siquiera puede presentar los presupuestos generales del Estado al no contar con el apoyo suficiente.
El Gobierno, consciente de su debilidad parlamentaria, ha optado por este tipo de reforma que incluiría el aborto en el articulado de la Constitución, pero no como derecho fundamental. Así evita tener que disolver las Cortes y tener que someter el texto a referéndum obligatoriamente, como ocurre en el caso de querer modificar algún derecho fundamental.

Ola reaccionaria
Para Redondo, hoy «es un día en el que damos un paso a la garantía y el reconocimiento de los derechos de las mujeres. Por primera vez las mujeres tienen reconocida la libertad en esta propuesta, libertad sobre su propio cuerpo, libertad sobre su proyecto de vida», ha aseverado la ministra de Igualdad.
La historia de Gabriela Guerra, que estuvo a punto de abortar a su hija de siete meses cuando estaba en el vientre materno, desmiente las palabras de Ana Redondo. «Tras una discusión familiar, comienza la violencia de género y mi expareja me pide que no tenga a la niña», reconoce esta ecuatoriana afincada en España desde hace 25 años en conversación con Alfa y Omega.
El mundo se le vino encima. «No sabía qué hacer. La niña ya no iba a venir a un hogar. Me veía sola y me sentía presionada». Al final, empujada por el padre de la criatura decidió abortar. La providencia quiso que «al salir de la clínica», a la que Gabriela había ido para solicitar información, «me encontré con varias personas que me dijeron que me podían ayudar, que no estaba sola». Gracias a ello, Guerra recuperó las fuerzas para seguir adelante con el embarazo a pesar de la oposición de su expareja.