Los líderes cristianos de Tierra Santa se solidarizan con Taybeh tras los ataques israelíes
La única localidad totalmente cristiana de Cisjordania ha sufrido la violencia de los colonos dos veces en menos de dos semanas. El Consejo de Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Jerusalén denuncia que estos actos «siguen impunes» y que la Policía no respondió a las peticiones de ayuda
Los líderes de las Iglesias de Tierra Santa han pedido la «atención y la acción del mundo, en particular de los cristianos», ante los ataques contra la comunidad cristiana en Palestina. Lo han hecho durante una visita de solidaridad del Consejo de Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Jerusalén a Taybeh, en Cisjordania. Esta localidad cristiana sufrió hace una semana el segundo ataque en pocos días por parte de colonos israelíes.
En el comunicado que han leído allí, los líderes cristianos muestran su apoyo y oraciones por los cristianos. Se suman de esta manera a las voces de los sacerdotes locales —ortodoxo, católico latino y grecomelquita católico—, que tras el ataque lanzaron un llamamiento de apoyo «ante los ataques repetidos y sistemáticos». Recuerdan que «Taybeh es la última localidad totalmente cristiana que queda en Cisjordania».
Los firmantes del texto recuerdan que el lunes 7 de julio «israelíes radicales de los asentamientos cercanos» provocaron incendios «de forma intencionada» cerca del cementerio de la localidad y de la iglesia de San Jorge, «que data del siglo V». Estas acciones «son en primer lugar una amenaza directa a nuestra comunidad local, pero también al patrimonio histórico y religioso de nuestros ancestros y santos lugares».
El rey Abdalá II de Jordania condena «los ataques brutales» realizados contra la iglesia de San Jorge y el cementerio cristiano de Taybeh. Lo hace en un comunicado que, durante el acto en la localidad, ha leído el patriarca Teófilo III, presidente del Consejo de Patriarcas y Jefes de las Iglesias. Se trata de «una patente violación de la santidad de los muertos, de los lugares santos cristianos y de la presencia cristiana en Tierra Santa».
Al mismo tiempo, el monarca jordano señala la «gravedad» de los ataques, el terror «diario» al que se somete a los palestinos y la «agresión sistemática contra docenas de pueblos, localidades y campamentos en los territorios palestinos ocupados». Frente a ellos reclama que la comunidad internacional tome de forma «inmediata» una postura «firme» contra estos ataques y contra el genocidio y el uso del hambre contra «niños, mujeres, ancianos y civiles».
El Consejo de Patriarcas y Jefes de las Iglesias pide «que a estos radicales se les exija rendir cuentas por parte de las autoridades israelíes, que facilitan y posibilitan su existencia alrededor de Taybeh». Así, reclama «una investigación inmediata y transparente sobre por qué la Policía israelí no respondió a las llamadas de emergencia» y por qué «estas acciones aborrecibles siguen impunes».
«Los ataques a manos de colonos contra nuestra comunidad, que vive en paz, deben parar; tanto aquí en Taybeh como en cualquier otro lugar en toda Cisjordania». Es «claramente parte» de actos «sistemáticos contra los cristianos» en toda la región.
Estas situaciones son «cada vez más frecuentes». Así, el 25 de junio «varias casas fueron atacadas» y los colonos «encendieron fuegos» y levantaron un cartel que decía «no hay futuro para vosotros aquí». Además, en los últimos meses «los radicales han llevado a su ganado a pastar en las granjas de los cristianos en el lado oriental de Taybel, la zona rural». Esto ha supuesto que las fincas «en el mejor de los casos fueran inaccesibles». En el peor, dañaron «los olivares de los que dependen familias».
Los líderes cristianos «rechazamos con firmeza» los mensajes de exclusión. «Reafirmamos nuestro compromiso con una Tierra Santa que es un mosaico de diferentes religiones viviendo juntas pacíficamente con dignidad y seguridad». Así lo ha hecho la Iglesia con «una presencia fiel en esta región durante casi 2.000 años».
Frente a esta «tendencia de intensificación» de la violencia contra la comunidad cristiana, los líderes muestran su «solidaridad con la comunidad local». Le recuerdan que «el mayor acto de valor es seguir llamando tu hogar» a este lugar. Por su parte, piden a los diplomáticos, políticos y líderes eclesiales del mundo «una voz franca y orante» por la población de Taybeh. Les invitan a pedir que «su presencia se asegure y que puedan vivir en paz para adorar libremente y cultivar sin peligro».