30 años después del genocidio de Srebrenica, en Serbia aún hay quien niega la matanza - Alfa y Omega

30 años después del genocidio de Srebrenica, en Serbia aún hay quien niega la matanza

Más de 8.000 musulmanes bosnios fueron asesinados por los nacionalistas de Milosevic. La Iglesia bosnia lamenta que «no existe la idea de que todos los crímenes deben ser condenados»

Rodrigo Moreno Quicios
Un padre bosnio enseña a su hijo un enterramiento masivo en el centro memorial Srebrenica-Potocari, cerca de Srebrenica. Foto: OSV News photo/Amel Emric, Reuters

Acaban de cumplirse 30 años de la masacre de Srebrenica, un violento episodio de la guerra de Yugoslavia que se considera el mayor crimen en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial. Más de 8.000 varones musulmanes bosnios fueron asesinados en julio de 1995 por fuerzas serbobosnias en una zona supuestamente protegida por las Naciones Unidas. Tres décadas después, los restos de muchas víctimas siguen siendo identificados mientras la sociedad bosnia, aún marcada por el trauma, lucha por la reconciliación.

Este 11 de julio, miles de personas se han congregado en Srebrenica en memoria de las víctimas de esta matanza que la ONU reconoció oficialmente en mayo de 2024 instaurando el Día Internacional de Reflexión y Conmemoración del Genocidio de Srebrenica. Sin embargo, esta resolución fue duramente criticada por sectores políticos serbios y la Iglesia ortodoxa serbia.

Para supervivientes como Nedzad Avdic, que tenía 17 años cuando fue capturado, el horror sigue vivo. «Las pesadillas nunca cesaron», ha declarado en una entrevista reciente con la agencia de noticias católica KNA.

La masacre ocurrió en un contexto de descomposición de la antigua Yugoslavia. La muerte de Tito en 1980 y el ascenso del nacionalismo serbio, liderado por Slobodan Milosevic y Radovan Karadžić, desencadenaron una serie de conflictos que dejaron más de 100.000 muertos en Bosnia entre 1992 y 1995. Srebrenica, declarada «zona segura» por la ONU, quedó desprotegida ante la ofensiva serbobosnia, a pesar de la presencia de cascos azules y la vigilancia de la OTAN.

La comunidad internacional ha condenado formalmente los crímenes: 14 personas fueron condenadas por genocidio y crímenes de guerra, entre ellas Mladić, sentenciado a cadena perpetua en 2017. Sin embargo, la falta de un consenso interno en los Balcanes complica cualquier esfuerzo de reconciliación.

«La Iglesia ortodoxa serbia y gran parte de la clase política serbia siguen sin aceptar el término “genocidio”», explica el padre Dražen Kustura, portavoz de la archidiócesis de Sarajevo, a la agencia de noticias católica estadounidense OSV News. Mientras, la Iglesia católica en Bosnia-Herzegovina mantiene su compromiso de memoria y diálogo con la comunidad musulmana.

Kustura lamenta que estos aniversarios, lejos de convertirse en espacios de reconciliación, a menudo reabran heridas. «Todavía no existe una idea generalizada de que todos los crímenes, independientemente del bando, deben ser condenados, y que todas las víctimas tienen el mismo valor».

Aun así, el sacerdote apuesta por la esperanza: «Srebrenica puede dejar de ser solo un lugar de sufrimiento y convertirse en un lugar de conversión y reconciliación». A su juicio, «el mensaje que debe irradiar es claro: de la guerra y el crimen nunca sale nada bueno».