El Santo Padre anima a rezar este julio «para que aprendamos cada vez más a discernir»

En el nuevo vídeo publicado por la Red Mundial de Oración del Papa para este mes de julio, León XIV pide a todos los católicos que «oremos para que aprendamos cada vez más a discernir, saber elegir caminos de vida y rechazar todo lo que nos aleje de Cristo y del Evangelio». Lo dice con su voz, pero esta vez tampoco presta su imagen para la pieza, tal y como ya sucedió en el vídeo correspondiente a junio. Es, por tanto, esperable que las próximas ediciones de estos vídeos sigan esta misma fórmula, que es diferente a la que mantuvo el Papa Francisco hablando a cámara espontáneamente desde la biblioteca del Palacio Apostólico.

En la entrega para este mes, más que una reflexión, León XIV comparte una plegaria que cada cristiano puede replicar en su momento de oración personal diario. Comienza diciendo: «Espíritu Santo, luz de nuestro entendimiento, dulce aliento en nuestras decisiones, dame la gracia de escuchar atentamente tu voz para discernir los secretos caminos de mi corazón, a fin de captar lo que realmente es importante para ti y liberar mi corazón de sus aflicciones».

Después, el Papa invita a que cada católico que haga esta oración diga así: «Te pido la gracia de aprender a detenerme para tomar conciencia de mi manera de actuar, de los sentimientos que habitan en mí, de los pensamientos que me invaden, y que, muchas veces, no logro reconocer».

La tercera estrofa de esta oración es esta: «Deseo que mis elecciones me conduzcan a la alegría del Evangelio. Aunque deba atravesar momentos de duda y cansancio, aunque tenga que luchar, reflexionar, buscar y comenzar de nuevo… Porque, al final de cuentas, tu consuelo es el fruto de la decisión correcta».

Y en la cuarta y última, León XIV propone a los fieles que recen: «Concédeme conocer mejor qué es lo que me mueve, para rechazar aquello que me aleja de Cristo, y así más amarlo y servirlo». Así, este vídeo del Papa propone una plegaria específica, tal y como ya sucedió el mes pasado con la súplica que León XIV hizo al Sagrado Corazón de Jesús.