Rector de la Universidad Eclesiástica de San Dámaso: «El mejor antídoto contra la división es pensar juntos» - Alfa y Omega

Rector de la Universidad Eclesiástica de San Dámaso: «El mejor antídoto contra la división es pensar juntos»

La Universidad Eclesiástica de San Dámaso afronta la fase final de la construcción de su nueva biblioteca. «Queremos abrirla como un gran proyecto cultural a toda la ciudad», dice Nicolás Álvarez de las Asturias

José Calderero de Aldecoa
Nicolás Álvarez de las Asturias, rector de San Dámaso durante la presentación
El rector de San Dámaso durante la presentación. Foto: UESD.

—¿En qué punto está el proyecto? ¿Cuándo se va a abrir la biblioteca?
—La segunda y definitiva fase de las obras comenzó a principios de mayo y está previsto que terminen al final del curso que comienza. La idea es que la apertura tenga lugar el curso que viene.

—¿Cómo surgió? ¿Había una necesidad de una biblioteca nueva o es una apuesta por llegar más a la gente?
—Es una necesidad que tenía la universidad desde hace 20 años, al menos, que es lo que yo llevo enseñando en ella. Y la idea de hacerlo en la basílica de San Francisco el Grande es una solución que se empezó a trabajar hace ya al menos 10 años, porque aunaba un espacio suficiente para las necesidades de la universidad con la posibilidad de abrirlo como un gran proyecto cultural a toda la ciudad.

—¿Qué mensaje hay detrás del hecho de que esa biblioteca se encuentre en la cripta de una basílica?
—El mensaje no puede ser más elocuente. Se trata de poner de manifiesto cómo la cultura es un punto de encuentro entre instituciones públicas y religiosas. Piensa que la basílica de San Francisco el Grande es de titularidad pública y se sitúa en una cripta que tiene mucho que ver con la historia de España y con un momento en el que todos reconocemos un gran progreso cultural en España, el siglo XVIII. Queremos insertarnos en esa tradición de progreso y de servicio a la sociedad.

—Es decir, que esta biblioteca nos habla también de fraternidad.
—Así es. Lo que se trata de ver es que muchas veces el mejor antídoto contra divisiones y enemistades es la posibilidad de reflexionar juntos, y para eso hace falta estudiar juntos y tener un espacio de serenidad donde confrontar las ideas.

¿Sabías que?

La biblioteca contará con 1.717 metros cuadrados útiles. El espacio podrá albergar hasta 350.000 volúmenes y estará distribuido en zonas diferenciadas para investigadores, con 47 puestos de trabajo y acceso directo a las principales obras de consulta, y para estudiantes, con 84 puestos. El fondo bibliográfico que dará contenido a esta nueva sede está formado por más de 200.000 libros y 1.375 títulos de revistas, con una destacada sección de obras antiguas: once incunables, 116 manuscritos y 7.175 libros impresos entre los siglos XVI y XVIII.

—Al hilo de su respuesta, que habla de la importancia de la lectura y del estudio, me ha venido a la cabeza la influencer María Pombo, que recientemente reconocía que no le gustaba leer e incluso espetó a varios internautas: «No sois mejores porque os guste leer». ¿Qué opinión le merece estas declaraciones?
—Yo creo que la experiencia de la lectura puede resultar inicialmente un poco más ardua que otro tipo de técnicas de comunicación y, en ese sentido, puedo comprender, sin haber escuchado el contexto en el que habló María Pombo, su dificultad. Ahora, también me parece que cualquier persona que haya hecho la experiencia de leer un libro se da cuenta de que entra en una forma de comunicación y de cultivo de su propio espíritu y de comprensión de la realidad muy notable y, desde luego, me atrevo a decir que superior. Es una experiencia que hay que invitar a todos a realizarla, y las bibliotecas tienen también esa misión.

—¿Y cómo hacemos esa invitación?
—De entrada, que existan bibliotecas abiertas que promuevan la lectura y que existan bibliotecas unidas a universidades donde te vas a encontrar profesores que te van a introducir progresivamente en un campo que puede parecer inicialmente difícil, es la mejor manera. Siempre hace falta un guía en todo y para la lectura son siempre los maestros.

—Durante la presentación de la biblioteca le preguntaron acerca de la conveniencia de la renovación del lenguaje eclesial para llegar a la gente joven. ¿Qué le parece la idea?
—La Iglesia es consciente de que tiene un mensaje muy importante que transmitir. En esta tarea, tiene que cuidar el lenguaje para no traicionar lo que quiere decir, y eso lleva a no cambiar su modo de hablar. Pero en la presentación también dije, hablando de Pentecostés, que cada generación ha ido encontrando su modo de hablar significativamente de Jesús y de la Iglesia y que, en ese camino, estamos todos. Las dos cosas son verdad.

Luz en medio de la oscuridad
José Cobo durante la presentación de la biblioteca

Durante la presentación de la nueva biblioteca, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid y gran canciller de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, aseguró que «en estos nuevos tiempos se necesitan voluntades nuevas que sepan apuntar dónde está el norte en este bosque». En este sentido, rememoró su visita —ese mismo día por la mañana— a la cárcel de Soto del Real, un encuentro que definió como «la caja de resonancia de nuestra sociedad». Ahí «se ve que en la Iglesia estamos llamados a ser luz en medio de la oscuridad, no solo con palabras, sino con acciones concretas». El purpurado destacó por último la presencia de la Iglesia de Madrid «en todos los ámbitos de nuestra ciudad, especialmente ahí donde se necesita luz».