Pasión y Gloria
Cada día me sorprende más lo rápido que pasa el tiempo. Estamos viviendo la semana de Pasión, con la que finaliza la Cuaresma, estos cuarenta días que nos ofrece la Iglesia para prepararnos de manera adecuada para vivir con intensidad la Semana Santa que da paso a la Pascua de Resurrección.
Quizás quienes han vivido con más intensidad este tiempo cuaresmal hayan sido los miembros de las distintas hermandades y cofradías de nuestra diócesis. Pregones, conciertos, besamanos, triduos, quinarios y descendimientos en honor a sus titulares, así como los ensayos de los costaleros, han sido algunas de las muchas actividades que han ido llenando estos días con la ilusión propia de quienes, fieles y devotos a sus imágenes, desean mostrarles su amor y rendirles homenaje. Y culminarán con las salidas procesionales, cada vez más bonitas, más intensas y catequéticas.
El pistoletazo de salida lo marcará el vía crucis que se celebrará con el lema Camino de la Misericordia. Una vez más, el arzobispo de Madrid se personará, en este Viernes de Dolores, en los distintos recorridos penitenciales que se celebrarán en los templos jubilares de la ciudad, y en alguna iglesia más, para concluir con el tradicional Camino de la Cruz del Seminario Conciliar en los jardines de las Vistillas.
La Misa del Domingo de Ramos abrirá los actos propios de la Semana Santa, una de las más intensas en la vida de un cristiano. Y no es para menos, ya que en ella se rememora y acompaña al Señor en sus momentos de Pasión y Muerte, en su aceptación de la voluntad del Padre y en su sufrimiento por amor a todos los hombres. Además, se conmemora la institución de la Eucaristía, la del sacerdocio o la promulgación del mandamiento del Amor.
En estos días, las iglesias permanecerán abiertas durante más horas para facilitar que todos aquellos que lo deseen puedan orar ante el Santísimo, de manera especial el Jueves Santo. Y para que todos los fieles que quieran, con más fuerza en este Año de la Misericordia, puedan acercarse a recibir el sacramento de la Reconciliación.
Ojalá sepamos aprovechar estos días para renovar nuestro amor al Señor. Y que podamos llegar al domingo de Gloria después de haber vivido la Pasión, con la alegría de sabernos amados y salvados por Él.