Las llegadas de migrantes a Europa en 2024 fueron las más bajas desde 2021 - Alfa y Omega

Las llegadas de migrantes a Europa en 2024 fueron las más bajas desde 2021

El presidente del Servicio Jesuita a Refugiados en Italia denuncia que «se ha apostado por la disuasión de las salidas» en vez de abordar las migraciones «en su totalidad»

Rodrigo Moreno Quicios
Migrantes procedentes de una patera naufragada a 320 millas de Gran Canarias. Foto: Europa Press

El pasado 2024, las llegadas de migrantes a la Unión Europea a través de la ruta del Mediterráneo central (principalmente desde Túnez y Libia) se redujo en un 59 %. Y a través de la ruta de los Balcanes occidentales, un 78 %. En conjunto, los desplazamientos a la Unión Europea descendieron un 38 %, el nivel más bajo desde 2021. Son los datos preliminares que Frontex, la Agencia Europea de Guardia de Fronteras y Costas, ha compartido esta semana. De acuerdo con las declaraciones a la prensa vaticana del sacerdote italiano Camillo Ripamonti, presidente del Centro Astalli, «desde el punto de vista de quienes se ocupan de los refugiados no son datos positivos».

El responsable de esta institución que sirve como sede en Italia al Servicio Jesuita a Refugiados es tajante: «Detrás de estas reducciones hay políticas de cierre y, sobre todo, situaciones muy graves de detención en países que están precisamente fuera de las fronteras de la Unión Europea y de Italia». «Son situaciones que ponen en grave riesgo la vida de los migrantes», denuncia. Al mismo tiempo que se redujeron las llegadas globales y especialmente por estas vías, sí que se ha registrado un aumento del 43 % en los desplazamientos a las Islas Canarias.

Los datos revelados por Frontex coinciden con la aparición de numerosos testimonios y vídeos de torturas a refugiados recluidos en la prisión de Garnada, en Libia. Según diferentes fuentes a las que ha tenido acceso la prensa vaticana, los reclusos sufren allí extorsiones bajo la promesa de acabar siendo liberados.

También está ampliamente documentada la deportación en Libia de 600 migrantes procedentes de Níger que debieron atravesar el Sáhara para volver a su país de origen. «Las garantías para estas personas no existen y se reducen cada vez más», ha denunciado al respecto Camillo Ripamonti. Una crisis agravada, según el presidente del Centro Astalli, porque «las posibilidades de las ONG que pueden cruzar el Mediterráneo en busca de personas en dificultad son cada vez menores». En consecuencia, «corren cada vez más riesgo de permanecer en situaciones en las que no se respeten su dignidad y derechos».

El jesuita tiene un diagnóstico claro de lo que ha sucedido. «En los últimos años se ha apostado por políticas de disuasión de las salidas en lugar de abordar el fenómeno migratorio en su complejidad».