Gallagher supervisa los primeros pasos de la Iglesia del Congo con su nueva personalidad jurídica
Durante su visita a la República del Congo, el secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados está impulsando los trabajos de la comisión mixta para la aplicación del acuerdo marco por el que «se reconoce la la personalidad jurídica de la Iglesia y sus instituciones»
El secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales Richard Gallagher se encuentra en la República del Congo para dar inicio a los trabajos de la comisión mixta para la aplicación del acuerdo marco por el que «se reconoce la la personalidad jurídica de la Iglesia y sus instituciones, salvaguardando su independencia y autonomía», ha informado Vatican News.
El arzobispo, que llegó al país el sábado 11 de enero y que permanecerá en el hasta el martes 14 del mismo, mes, aprovechó la mañana del pasado domingo para celebrar la Misa del Jubileo de los Movimientos Eclesiales en la plaza de la catedral mariana, que se encuentra en la capital —Brazzaville— y que está dedicada al Sagrado Corazón de Jesús. Asistieron el arzobispo de Brazzaville, Bienvenu Manamika, presidente de la Conferencia Episcopal, el nuncio Javier Herrera Corona, los obispos congoleños y algunos miembros del Gobierno, así como una multitud de fieles, especialmente de las distintas realidades eclesiales, quienes animaron la celebración con música, cantos y danzas tradicionales.
Durante la homilía, Gallagher trasladó el saludo y la cercanía del Papa a la población de la República del Congo. «Francisco —aseguró— conoce bien sus expectativas y esperanzas de paz y fraternidad. Está cerca de ustedes en los momentos difíciles, cuando su espíritu de resiliencia es puesto a prueba por las catástrofes naturales, así como por las situaciones difíciles de la vida y de la sociedad».
Asimismo, evocó «la persona, la enseñanza pacífica y el testimonio evangélico» del cardenal congoleño Emile Biayenda, siervo de Dios, víctima de luchas tribales, secuestrado y luego asesinado la noche del 22 al 23 de marzo de 1977, a la edad de 50 años.
Los restos de Biayenda se conservan en la catedral de Brazzaville y fue precisamente la visita a la tumba del cardenal la primera parada de Gallagher nada más llegar a suelo congoleño. En su homilía, el arzobispo invocó la intercesión del siervo de Dios «para que reconozcamos la presencia de Dios en nuestra sociedad, para renovarla, transformarla, hacerla cada vez más justa, abierta y solidaria».
Por otro lado, el secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados instó a los presentes a «retomar con renovado vigor el camino de la evangelización» y, de nuevo, «a respetar la creación, a establecer lazos de fraternidad con todos, a practicar la justicia, a manifestar la caridad, a ayudar a los más débiles y a los más pobres».
Antes de concluir, y de dirigirse a una reunión con el presidente de la república, Denis Sassou N’Guesso, Richard Gallagher se dirigió a los jóvenes, a los que repitió las palabras que el Papa reserva siempre a la juventud: «¡No se dejen robar la esperanza!», insistió Gallagher. «¡Levantemos los ojos al Señor! ¡No nos dejemos desanimar por las dificultades cotidianas! No desesperemos del futuro; caminemos a pesar de los obstáculos y de los acontecimientos que puedan entristecernos».