Esta parroquia estudia la Escritura y peregrina para vivirla in situ
Nuestra Señora de los Ángeles se alzó en tiempo récord por las donaciones de la regente María Cristina y los vecinos, algo que se llamó un «milagro»
«Yo soy guía de Tierra Santa y habré ido más de 40 veces; con esta parroquia, en torno a diez», explica Francisco Cañestro, párroco de Nuestra Señora de los Ángeles. Todas ellas, naturalmente, antes del estallido del conflicto entre Israel y Hamás. «No somos tan temerarios como para ir ahora. Pero sí iremos a Roma por el año jubilar y a Cracovia (Polonia)». Poseedor de un título oficial expedido por el Patriarcado latino de Jerusalén y aprobado por el Ministerio de Turismo de Israel, el sacerdote explica que estas peregrinaciones son unas de las actividades clave en su parroquia y que aproximadamente unos 100 feligreses han participado en ellas. Suele interesar especialmente al grupo que estudia la Biblia, cuyos miembros «se reúnen tres veces al mes» en este templo en el madrileño distrito de Tetuán. «Cada año estudian un libro, ahora están con el Evangelio de san Juan. Lo lleva una virgen consagrada que es doctora en Sagrada Escritura», añade.
Terminada de construir en 1912, Nuestra Señora de los Ángeles se ubica en el barrio de Cuatro Caminos, «una zona que entonces no era céntrica y donde se iba instalando la población que llegaba», explica Cañestro. Apunta que, al superar el siglo de vida, la suya se ha convertido en «una parroquia centenaria y de referencia en la ciudad de Madrid». Con más de 4.000 metros cuadrados, fue levantada gracias al entusiasmo de su primer párroco, Manuel Sánchez Capuchino, quien consiguió construir el templo con unas obras de tan solo nueve años. Una celeridad que llevó a que esta iglesia fuera conocida como «la parroquia del milagro». Se hizo «a base de suscripciones populares», pero ayudó la aparición de un sobre de un mecenas desconocido con 1.000 pesetas de la época. Menos anónimas fueron las otras 1.000 que donó la regente María Cristina y que se emplearon fundamentalmente para pagar cuatro campanas. «La única que sobrevivió a la Guerra Civil está en Torreciudad», señala el párroco, por una curiosa conexión que tiene el edificio con el Opus Dei. Como cuenta, san Josemaría Escrivá solía frecuentar este templo para hacer oración y en el mismo momento en que dudaba sobre constituir o no la institución, «escuchar las campanas de esta iglesia para él fue la confirmación de que venía de Dios».
Pero al margen de lo arquitectónico y lo histórico, lo importante de Nuestra Señora de los Ángeles es que «siempre ha sido una parroquia muy viva y muy dinámica y lo es hasta la fecha». Aparte de su grupo de Biblia o el de la Renovación Carismática —que tiene unos 45 miembros y se reúne los lunes para realizar la alabanza—, «lo que más destaca de aquí es la exposición ininterrumpida del Santísimo todos los días desde las 11:30 horas hasta las 19:00 horas». Además, «viene muchísima gente para confesarse de muchos puntos de Madrid».
Es también una parroquia misionera, pues la estancia en ella durante unos meses —cuando era sacerdote recién ordenado y realizaba un posgrado en la Universidad Pontificia Comillas— del actual obispo de Potosí, Nicolás Renán Aguilera, la vincula muy especialmente a Bolivia. Finalmente, todo aquel que busque una iglesia con buena acústica en Madrid, debe saber que todos los domingos a las 8:30 horas se emite desde aquí la Misa para Radio Nacional de España. Y en el 2024 que acaba de concluir han tocado en ella la Orquesta de Sidney y el mismo coro que cantó en la coronación de Carlos III de Inglaterra.