La decoración navideña sí puede ser cristiana
La iniciativa Madrid se ilumina con el esplendor del belén, promovida por el Ayuntamiento de la capital, proyectará cuadros de temática navideña sobre cuatro iglesias
«Queremos recordar el origen religioso de la Navidad y su peso en la historia», sentencia Marta Rivera de la Cruz, tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid y delegada del Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte. En conversación con Alfa y Omega, explica que esa es la motivación con la que el Consistorio proyectará del 19 al 23 de diciembre diez escenas relacionadas con el ciclo de Navidad sobre las fachadas de cuatro históricas iglesias del centro —en las imágenes, una recreación del resultado final—. Todas son de cuadros del Museo del Prado y suponen también «una forma de sacar el arte a la calle», señala la concejala.
Esta iniciativa se combina con otras apoyadas por la institución, como los belenes que se podrán contemplar en edificios gubernamentales, museos y diferentes iglesias. El del Palacio de Cibeles, expuesto hasta el 5 de enero, es obra del célebre belenista José Luis Mayo Lebrija. Hasta esa misma fecha se podrá visitar el del monasterio de las Descalzas Reales.
Resaltando la fiesta del nacimiento de Cristo por lo que es, esta política considera que con la Navidad «ha sucedido como con el Camino de Santiago, que ha trascendido para pasar a ser considerado como un fenómeno cultural». Algo que no supone un ataque, pero sí amenaza con desdibujar sus raíces cristianas. El Ayuntamiento aspira a recuperarlas con Madrid se ilumina con el esplendor del belén, que es como se llama esta iniciativa.
Los lugares elegidos serán el monasterio de la Encarnación, la iglesia catedral de las Fuerzas Armadas, el monasterio del Corpus Christi y la iglesia de San Andrés Apóstol. Sobre esta última se proyectarán dos cuadros: La huida a Egipto, de Alessandro Turchi, y La Virgen de la Leche, del Maestro de don Álvaro de Luna. Su párroco, Juan Francisco Morán, confía en que «ese ambiente navideño ayude a entrar a las iglesias» a las personas sin convicciones religiosas pero con sensibilidad artística y que sepan valorar las imágenes de la pinacoteca a grandísimas dimensiones. De hecho, Rivera de la Cruz reivindica el lenguaje elegido porque, en comparación con las meras luces o motivos invernales, permite «resaltar ese patrimonio pictórico» que explica la Navidad. «Una cosa es contarlo y otra ver una cosa tan impresionante».
Por su parte, Morán recuerda que en eventos similares celebrados otros años, «la gente mayor se sentaba a contemplar la mezcla de música e imágenes proyectadas». Aquellas ediciones contaban también con hilos musicales durante todo el día con villancicos. No obstante, la propuesta de este año será más silenciosa y volcada en el recogimiento. Es un cambio que agradece Juanjo Casenave, sacristán del monasterio del Corpus Christi, sobre el que se proyectarán la Adoración de los Reyes Magos, del Maestro de la Sisla, y El sueño de San José, de Vicente López Portaña. Como allí vive una comunidad contemplativa jerónima —más conocida como «las carboneras»— Casenave recalca que ellas están a favor de estas iniciativas «mientras no les afecten en su quehacer diario y después de Misa pueden rezar sus vísperas cantadas». «Es complicado si suena la música haciendo competencia», advierte
Finalmente, la delegada de Cultura explica que la contribución musical de este año permitirá la oración; aunque habrá espacio para un concierto dirigido por Juan Pablo de Juan, director del Coro de Jóvenes de Madrid, la noche del 23 de diciembre en la iglesia de San Andrés. «Interpretará un repertorio madrileño con una música cuidadosamente elegida que va a ser un momento de recogimiento».