Somos Voz, el proyecto social de los salesianos para mejorar el ambiente en casa
Financiada por el Ministerio de Derechos Sociales, la iniciativa constituye un programa pionero en la intervención socioeducativa dirigida a la infancia en situación de vulnerabilidad, con el objetivo final de evitar que los niños «sean separados de sus padres»
«Me enfado menos, me peleo menos con mi hermana y con mi madre me llevo mejor. Mi familia ha mejorado y soy más feliz». Este es uno de los casos de éxito que refiere la educadora Rocío López, miembro del Grupo Motor del proyecto Somos Voz, de las Plataformas Sociales Salesianas.
La iniciativa, cuyos resultados han sido presentados este martes en la Universidad Pontificia Comillas, está financiada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, y constituye un programa pionero en la intervención socioeducativa dirigida a la infancia en situación de vulnerabilidad.
López destaca el objetivo de «evitar que los menores pasen por los servicios sociales de las administraciones, pero desde un marco preventivo, para que no sean separados de sus padres». Para ello, el programa genera un modelo de investigación pedagógica, y un sistema de medición de gestión de impacto que interviene «no solo en los niños sino también en sus familias», añade. Junto ello, subraya asimismo la participación de todos los agentes de la educación, «abandonando un enfoque más directivo para hacerlo más participativo. No se puede hacer intervención en la infancia sin pasar por la familia y por la comunidad».
El balance provisional que se está observando es «un cambio socioemocional y una mejora de la convivencia familiar», que redundan es «el bienestar y felicidad de los chavales y de las familias», dice López. «Lo que más hemos podido comprobar es que los menores identifican mejor lo que sienten y saben cómo manejarlo. Esto les otorga mucho empoderamiento, especialmente en situaciones de violencia», señala.
Un ejemplo del funcionamiento del programa son los talleres donde los padres pueden aprender a entender y gestionar mejor sus emociones para mejorar el ambiente familiar, lo que se completa con la acción de centros de día en los que se reúnen con el personal del proyecto, pudiendo también recibir su visita en sus domicilios. La creación de nuevos lazos con otras familias para mejorar la autonomía y sus relaciones sociales ayudan también a que las cosas mejoren en casa.
Como modelo alternativo desde la innovación pedagógica, Somos Voz está implantando en 30 centros y afecta a más de 700 niños atendidos por más de 150 profesionales del sector educativo. Tiene como objetivo «desafiar el grado de institucionalización de la infancia y reconocer que los niños, niñas y adolescentes deben crecer en un ambiente familiar seguro y de cuidado sin estar separados de sus familias, a menos que sea por su mejor interés», afirma la plataforma, en línea con «décadas de investigaciones que documentan efectos perjudiciales derivados del cuidado institucional».