Unai Sordo aplaude el trabajo de ITD como forma de «vertebrar la sociedad»
En el décimo aniversario de Iglesia por el Trabajo Decente, el secretario general de CC. OO. ha destacado la «importante y ejemplar» labor que hacen y su defensa de «una visión moral y ética del trabajo y la economía»
Este martes se sentaron por primera vez en la misma mesa tres de las instituciones más importantes relativas al mundo del trabajo en España: la Organización Internacional del Trabajo con la presencia de su director en España, Félix Peinado; el sindicato Comisiones Obreras con su secretario general, Unai Sordo, y las entidades de la Iglesia, en concreto con el director del departamento de Pastoral del Trabajo, Antonio Aranda.
La mesa redonda tuvo lugar con motivo del décimo aniversario que celebra Iglesia por el Trabajo Decente. En ella se plantearon los principales retos y desafíos que actualmente soporta el mundo del trabajo, con grandes transformaciones en ámbitos como el digital o energético. Los ponentes definieron la situación como «dramática», ya que en el mundo se siguen dando situaciones de explotación, incluida la infantil, y trabajo forzoso. De hecho, se ofrecieron datos escalofriantes como que la riqueza mundial se ha triplicado en poco más de dos décadas, o que más del 80 % de los salarios mínimos no alcanzan para vivir.
En su intervención, Unai Sordo felicitó a esta iniciativa eclesial a la que calificó como «importante y ejemplar» por haberse impulsado en medio de una «desvalorización del trabajo producto de las políticas de austeridad que después se han visto que han sido innecesarias». «Es muy relevante que las entidades sociales de la Iglesia se comprometieran en poner en marcha este tipo de iniciativas», subrayó el secretario general de CC. OO.
Destacó dos valores especialmente importantes de ella. Por un lado, «reivindicar el trabajo decente, que es un concepto de origen sindical de los años 90 pero que ya se ha constituido como universal. Es importante que lo hicierais vuestro». Por otro, Sordo señaló la forma en la que se ha defendido la dignidad del trabajo desde las entidades eclesiales: «Es muy importante que se haya hecho como funcionan las entidades de la Iglesia, que es con el trabajo en red y con la capacidad de penetración social que tenéis». Asimismo, añadió que «uno de los grandes retos de la civilización es armar el sentido de comunidad en sociedades cada vez más desagregadas, dispersas, narcisistas e individualistas».
Además, el sindicalista destacó que el papel que jugaron muchos cristianos en la gestación del sindicato fue muy importante y conocido. «En la creación clandestina de CC. OO., hubo un movimiento muy importante de los cristianos de base que fue muy relevante y posteriormente en la constitución del sindicato. Por lo tanto, de alguna manera, nos sentimos en casa».
En este sentido, durante su intervención, Sordo recordó la necesidad de crear «espacios de encuentro, reflexión y convergencia» de forma que se contrarresten los miedos «provocados por la gestión reaccionaria de los problemas sociales, que acaban creando monstruos», y así contribuir a «la vertebración de la sociedad». Además, añadió que sigue siendo conveniente que las entidades sociales de la Iglesia continúen «desmercantilizando cada vez más áreas de la sociedad» y que no dude en defender «una convivencia y vida dignas desde una visión moral y ética del trabajo y la economía».