Araceli Caballero: «La lógica vencedor-perdedor implica que perdemos todos»
En la presentación de Maneras de vivir. Mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, está cambiado el mundo, su autora ha llamado a «pasar de la competencia a la comunidad»
«No pienses que estoy muy triste si no me ves sonreír, es solamente despiste, maneras de vivir». Con esta primera estrofa fraguó Rosendo en 1981 un himno del rock al que la periodista Araceli Caballero se adhiere para imaginar un mundo mejor. Bajo la edición de la Hermandad Obrera de Acción Católica, esta colaboradora frecuente de Noticias Obreras acaba de publicar un libro homónimo: Maneras de vivir. Mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, está cambiado el mundo. Un texto con pequeños pasos y ejemplos de gente comprometida con el cuidado de la creación que, como ella misma ha detallado durante su presentación este miércoles en Madrid, «habla por su cuenta».
La periodista ha reivindicado que «el trabajo contra la crisis climática tiene que centrarse en las necesidades humanas». «De ser así, sería una noticia muy buena para casi todo el mundo salvo para los directivos de las empresas de combustibles fósiles», ha añadido.
Araceli Caballero ha condenado que «crecemos a costa de los bienes de personas del futuro y los bienes del presente de personas que viven en lo que llamamos periferia». Ante la tentación de políticos y periodistas de tomar el crecimiento como única variable de bienestar de las personas, la periodista ha denunciado que «el PIB no explica la realidad sino que la escamotea». «Es una idea del bienestar muy antigua que se monta sobre la parábola del tren: si la locomotora y los primeros vagones son muy ricos, algo le quedará al de atrás». Como le parece falaz, en contraste ella ha puesto «la metáfora de la manta». «Si uno tira mucho, se rompe y el último se queda con el culo al aire», ha rematado para carcajada de los asistentes.
Esta escritora ha denunciado que «la influencia de los millonarios es cada vez más reseñable en el diseño de las políticas». También ha señalado que, aunque el grueso de sus habitantes no sean billonarios, los países del norte global contribuyen a esta dinámica porque «el 10 % de la población contribuye a la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero».
Ante este escenario desafiante, Caballero ha emplazado a los asistentes a no resignarse. «A mí lo de resistir me encanta porque es vencer. La propia existencia de gente que hace cosas ya es una victoria», ha revindicado. Son precisamente las historias que recoge en las páginas de su libro. También ha pedido pasar del concepto de «competencia» al de «comunidad». Considera el primero un modo de pensar defectuoso que, en su opinión, se ve muy claro en las carreras, donde la lógica «vencedor-perdedor» en realidad disfraza que «pierden todos menos el primero». «Se parece más a un espectáculo de gladiadores», ha protestado.
«El reverso del crecimiento no es menguar», ha recalcado, «sino dirigir las políticas y los comportamientos para que cada persona tengo acceso a lo que necesita». Un giro cimentado sobre «la sostenibilidad y la justicia». «Tenemos que pasar de la sociedad del extractivismo a la del cuidado», ha exigido. Finalmente, ha invitado a «vivir el tiempo de otra manera, que es lo realmente contracultural».