La III Caravana por la Ecología Integral advierte de la cara oculta de las renovables
Aunque Europa esté viviendo con entusiasmo su transición energética, la fabricación de baterías para los coches eléctricos o placas fotovoltaicas destruyen los territorios americanos donde hay litio
«Para nosotros, la transición energética no es la solución al cuidado del medio ambiente y la casa común, es su destrucción». Esta afirmación, aparentemente paradójica, proviene de Joan Jara, una catequista y activista chilena que recorrerá Europa con la III Caravana por la Ecología Integral. Quiere alertar de que, debido a la extracción de litio y otros minerales necesarios para las baterías de coches eléctricos o placas fotovoltaicas, «nuestros territorios se están viendo amenazados y hay comunidades indígenas que han dejado de existir». Forma parte —junto a otros ocho miembros de Argentina, Bolivia, Chile, Brasil y Perú— de la caravana que visitará del 16 de septiembre al 12 de octubre Francia, Bélgica y las instituciones europeas, Italia y el Vaticano, Austria y Alemania. Su paso por España —pues arranca desde Madrid— está organizado por Enlázate por la Justicia, una alianza formada por Cáritas, la Conferencia Española de Institutos Seculares, CONFER, Justicia y Paz, Manos Unidas y la Red de Entidades para el Desarrollo Solidario.
Joan Jara considera que más allá de la apuesta por las renovables, «lo primero es hacernos cargo de nuestros niveles de consumo». Tras años de lucha contra el extractivismo en el territorio de Misión Boroa junto al pueblo mapuche, «sentimos que, aunque cortemos una cabeza, siguen apareciendo más, como una hidra». Y propone pasar del capitalismo a «la economía circular», cimentada en «el saber de la gente mayor» y «un modelo de comunidad que ha permitido sostener la cultura del pueblo mapuche». Por ejemplo, con prácticas como el trafkintü, «un intercambio de semillas, plantas y alimentos» que garantiza los lazos entre comunidades y la diversidad de sus cultivos.
El peruano Vito Calderón, perteneciente al pueblo aimara y coordinador de comunicación de la asociación Derechos Humanos y Medio Ambiente, también recorrerá Europa con la III Caravana por la Ecología Integral. Denuncia que en los alrededores de la ciudad de Puno, donde vive, debido a la extracción de litio y uranio «muchas tierras han sido contaminadas y ya no son productivas». «Son suelos muertos y la población, en vez de tener una mejor calidad de vida, tenemos que pasar por muchas precariedades». Sin parcelas limpias para cultivar ni acceso al agua —pues extraer un kilo de litio consume entre 400.000 y dos millones de litros— «no va a haber futuro y estamos condenados al envenenamiento».
Calderón alberga gran esperanza en «las reuniones en el Vaticano con grupos eclesiales». Considera que «el mensaje del Papa se escucha en Perú y ha sido clave». Y agradece —aunque diagnostica que a veces se incurre en debates meramente «discursivos»— que «la Iglesia ya está haciendo muchas cosas». Aunque le sigue pidiendo «que cuide la Madre Tierra, que es escuchar el grito de los pobres».
Por su parte, Marta Isabel González, responsable de comunicación de la alianza Enlázate por la Justicia, explica que una meta de la caravana es invitar a los países europeos «a que sigan el modelo de la Iglesia austríaca: la desinversión en la minería». Y exige celeridad en la trasposición de la diligencia debida, una directiva europea aprobada el pasado 23 de abril para una mayor responsabilidad de las empresas extractivas en materia laboral y medioambiental.
«No queremos solo encuentros y fotos, queremos que se den pasos reales», reivindica González. Y detalla que, aparte de por Madrid, la caravana pasará por Bilbao, Valladolid y Cáceres. En esta última ciudad, defenderá el medio ambiente español al unir fuerzas con Salvemos la montaña, una plataforma contra la actividad minera «y el perjuicio intolerable que generaría en una zona que depende de un acuífero».