Es uno de los himnos más antiguos de la música espiritual de los Estados Unidos. Su primera referencia data de un poema religioso de la década de 1840 escrito por una mujer de Carolina del Sur llamada Mary Dana Schindler. En él se hacen referencias a dos pasajes de la Biblia, a la carta a los Hebreos, donde se dice: «Soy un peregrino y extranjero», y al Evangelio según san Mateo, donde una mujer toca el borde del manto de Jesús y se cura —«si pudiera tocar el dobladillo de su manto»—. La cuestión es que este poema sale retratado en algunos himnarios del siglo XIX, como en Hymns for the camp o The Southern Zion’s Songster. Fue ya en 1924 cuando la banda afroamericana Norfolk Jubilee Quartet hizo la primera grabación conocida del tema de góspel I am a pilgrim, y un año después los escritores Howard W. Odum y Guy B. Johnson la incluyeron dentro de un libro donde abordaban las canciones de la gente de raza negra en el sur estadounidense. Un ensayo muy conocido en la época. Lo cierto es que este tema religioso de un peregrino que camina por la tierra sintiéndose un extraño y que necesita acercarse al Señor para sanarse, es una canción de esas que han ido evolucionando con el paso del tiempo. Son muchos los artistas que la han ido grabando a lo largo del siglo XX, desde bandas de bluegrass como la de Bill Monroe, hasta cantantes conocidos del country como Willie Nelson o Johnny Cash. E incluso muy popular fue también la versión del mítico grupo de rock californiano The Byrds. Lo cierto es que una de las versiones más populares y que la situó en el mapa fue la que en los años 40 realizó una estrella de la música sureña como Merle Travis, quien se la aprendió cuando era joven, ya que en su tierra natal de Kentucky era habitual escuchar a mayores recitar temas antiguos. Esta del peregrino le cautivó, y fue su mentor y guitarrista Mose Rager quien se la enseñó durante una reunión en un cenador. La última estrofa dice así: «Ahora, cuando estoy muerto, acostado en mi ataúd / todos mis amigos se reúnen a mi alrededor / pueden decir que él simplemente está ahí durmiendo, buen Señor, / dulce paz (Señor, dulce paz), su alma ha sido encontrada», y alude a ese fin pacífico tras un tormentoso paso por este mundo siendo fiel al Creador. Un tema sobre el transcurso de la vida que empezó como un poema basado en pasajes de la Biblia y que acabó siendo uno de lo más versionados.