Justicia artificial. Un interesante thriller sobre los riesgos de la IA - Alfa y Omega

Justicia artificial. Un interesante thriller sobre los riesgos de la IA

Juan Orellana
La actriz Verónica Echegui da vida a la jueza Carmen Costa
La actriz Verónica Echegui da vida a la jueza Carmen Costa. Foto: Óscar Roca.

El asunto de la inteligencia artificial ha estado desde hace mucho tiempo presente en las pantallas. Baste recordar aquella película de Steven Spielberg que ya en 2001 se llamaba precisamente A. I. Inteligencia Artificial, pero se enmarcaba en el género de la ciencia ficción y se centraba en el mundo de los robots. Las cosas han evolucionado y requieren reflexiones más afinadas. Ahora la IA no pertenece al futuro sino al presente y ha irrumpido con fuerza en muchísimos ámbitos de la vida social y personal. La película de Simón Casal que hoy nos ocupa trata de la IA en el mundo de la justicia: ¿qué pasaría si los algoritmos fueran capaces de valorar más factores que los jueces, con más precisión y más rapidez? ¿Qué pasaría si, por tanto, la IA dictara sentencias más justas que los magistrados, sin estar contaminadas por prejuicios o sesgos ideológicos? En definitiva, ¿qué ocurriría si la IA sustituyera a los jueces? ¿Qué lectura ética habría que hacer? ¿En qué afectaría a los principios y bases de la democracia?

Todas estas interesantísimas cuestiones, que son ya objeto de debates serios y de tertulias de café, son las que plantea Justicia Artificial. El argumento se sitúa en La Coruña dentro de muy pocos años. En España, la presidenta del Gobierno anuncia un referéndum para votar la incorporación de la IA al mundo judicial. Es el primer país de la Unión Europea que se atreve a dar un paso de tanta envergadura. La asociación mayoritaria de los jueces está en contra; a favor, la multinacional Thente, creadora del software judicial más avanzado del momento, y, por supuesto, el Gobierno. En medio se encuentra la protagonista, la jueza Carmen Costa (Verónica Echegui), que por su prestigio como jurista quiere ser utilizada por unos y por otros. La trama arranca poco tiempo antes del referéndum, cuando la creadora del software, Alicia Kovak (Alba Galocha) muere en extrañas circunstancias.

Aunque la película es un thriller y está tejida con los mimbres de ese género, toca con seriedad asuntos como los peligros que sufre actualmente la democracia, la cada vez más frágil independencia judicial o el poder real que tienen las multinacionales del mundo digital. Como thriller es correcto, muy clásico, con algunas situaciones de guion un poco forzadas y con los giros de rigor no demasiado difíciles de predecir. Pero está planteada con mucha seriedad, con diálogos inteligentes e interpretaciones convincentes. La puesta en escena es eficaz, envuelta en una excelente fotografía. La cinta no busca hacer una aportación definitiva al debate ético sobre la IA ni tampoco ofrecer una solución original. Pero tiene el valor de presentar muy pedagógicamente preguntas que todo ciudadano responsable debe empezar a plantearse con madurez. En cualquier caso, es una alegría que en España se hagan películas serias y no ideológicas que ayuden a pensar a los espectadores.

Justicia artificial
Director:

Simon Casal

País:

España

Año:

2024

Género:

Thriller

Público:

+12 años

Cartel de 'Justicia artificial'