Nicolás Álvarez de las Asturias: «De la universidad se espera también una contribución divulgativa del saber» - Alfa y Omega

Nicolás Álvarez de las Asturias: «De la universidad se espera también una contribución divulgativa del saber»

El nuevo rector de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, que el pasado martes ya arrancó con su nuevo cargo, analiza los retos a los que se enfrenta la teología

Cristina Sánchez Aguilar
Nicolás Álvarez de las Asturias durante la toma de posesión
Durante la toma de posesión. Foto: Archimadrid / Santiago Tedeschi.

Buen conocedor de la universidad desde el lado docente, ¿qué supone para usted este nuevo reto?
Recojo el testigo de muchos sacerdotes y personas que han entregado su vida para hacer de San Dámaso un punto de referencia en la enseñanza e investigación teológica, canónica, filosófica y de literatura cristiana y clásica, con lo que eso supone para la formación de los sacerdotes y de los agentes de pastoral de la archidiócesis de Madrid y para tantas diócesis de España y de distintos continentes que envían a sus sacerdotes.

¿Cuáles serán sus líneas de actuación?
Vienen marcadas por tres elementos: el primero es la naturaleza de la universidad, un espacio de investigación y docencia al servicio de la mejor inteligencia de la revelación cristiana. El segundo elemento son las indicaciones de la constitución Veritatis gaudium del Papa Francisco que, en continuidad con el Concilio Vaticano II, incide en la dimensión pastoral que tiene el trabajo universitario y la importancia del diálogo con la cultura. En tercer lugar están las orientaciones del gran canciller —el cardenal Cobo—, que quiere que San Dámaso sea un elemento esencial para la formación de los sacerdotes y de los agentes de pastoral. Hacer frente a esas tres cuestiones son los desafíos del nuevo rector.

¿Es tiempo de hacer más divulgativa la teología para que sea más accesible al conjunto de los fieles?
Junto con la docencia, lo más importante que corresponde a la universidad desde su origen es la investigación. Eso no niega que de la universidad se espere también una contribución divulgativa, que permite hacer accesible el saber al mayor número de personas. En ese campo, nuestra universidad, junto a los títulos del Instituto Superior de Ciencias Religiosas —que permite tanto presencial como a distancia un conocimiento científico y accesible de la teología— cuenta desde el año pasado con una universidad abierta que busca transferir ese tipo de conocimientos académicos aparentemente difíciles en un formato que pueda llegar y enriquecer a todos.

Bio

Hasta ahora vicerrector de ordenación académica, Nicolás Álvarez de las Asturias es catedrático de Historia del Derecho Canónico por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, doctor en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y licenciado en Teología por la Universidad Pontificia Comillas. Adscrito a la parroquia de Santa María de Caná de Pozuelo de Alarcón desde 2004, también es juez del Tribunal Eclesiástico Metropolitano desde 2006.

Vivimos tiempos movidos en temas doctrinales…
Cada época histórica ha planteado a la Iglesia cuestiones que la han obligado, para poder anunciar a Cristo con fidelidad, a encontrar nuevos modos de expresar los contenidos inmutables de la fe. Y esa necesidad es la que explica el progreso doctrinal y la reforma continua en la que la Iglesia vive. Lógicamente en ese proceso de encontrar nuevos modos de transmitir el contenido inmutable puede haber aciertos y errores. Y corresponde a los pastores de la Iglesia el discernimiento último sobre qué es legítimo y qué se aparta de los contenidos de la fe. En el momento actual, el magisterio eclesiástico parece ir por delante en algunas cuestiones respecto a la enseñanza tradicional. Eso constituye un desafío a las instituciones académicas de la Iglesia para contribuir desde su propio ámbito a lograr el objetivo último que se persigue, que los contenidos inmutables de la revelación sean comprensibles y puedan ser vividos por cada vez un mayor número de personas que así se encontrarán con Jesucristo.

Hace poco el Papa habló en una carta de la importancia de la literatura en la formación y San Dámaso tiene su propia facultad, especializada además en los clásicos.
La Facultad de Literatura Cristiana y Clásica es una apuesta estratégica de nuestra universidad por muchos motivos. Primero, porque recoge una historia preciosa de la diócesis, en la que desde hace muchos decenios ha habido una preocupación por cultivar este tipo de estudios. En segundo lugar, por la convicción de que los primeros siglos constituyen un punto de referencia permanente para comprender la teología y la misión de la Iglesia. Y, en tercer lugar, porque se ofrecen una serie de estudios que difícilmente se encuentran en otro lugar.

Forman a multitud de sacerdotes que luego retornarán a su tierra de origen. ¿Es esta otra clave de su misión?
Una de las contribuciones más bonitas que hace la universidad a la Iglesia universal es poder ofrecer estudios de licenciatura y doctorado a sacerdotes que provienen de diócesis con pocos centros académicos, muchas necesidades pastorales y un gran deseo de formar bien a sus futuros presbíteros. Llevamos años formando a los que son y serán profesores de muchos seminaristas en países de misión, de Iberoamérica y de tantos otros lugares.