El Papa nombra abiertamente a Nicaragua tras el rezo del ángelus - Alfa y Omega

El Papa nombra abiertamente a Nicaragua tras el rezo del ángelus

También se ha mostrado crítico con la ley que limita la actividad de la Iglesia ortodoxa en Ucrania. «Que no se abola ninguna Iglesia cristiana», pide

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El Papa Francisco en el balcón del Palacio Apostólico. Foto: Vatican Media Live

En una total rotura del protocolo vaticano, que a menudo mantiene para evitar represiones mayores un perfil bajo en cuanto a los atropellos en Nicaragua desatados por la pareja Ortega-Murillo, Francisco ha enviado fuerzas explícitamente a este país que sufre una abierta persecución religiosa. Solo en el mes de agosto nueve sacerdotes han sido desterrados y se ha modificado la Ley de Concentración Tributaria para gravar hasta un 30 % los ingresos de las instituciones religiosas.

Desde el balcón de la biblioteca del Palacio Apostólico, tras el rezo del ángelus en la mañana del 25 de agosto, el Papa ha dicho: «Al amado pueblo de Nicaragua, os animo a renovar vuestra esperanza en Jesús. Os recuerdo que el Espíritu Santo mira la historia y avanza hacia lugares más elevados». Les ha confiado además su seguridad a «la Virgen Inmaculada, que os proteja en este momento de prueba y os haga sentir su ternura materna».

«Que no se abola ninguna Iglesia»

El Pontífice se ha acordado también, como acostumbra, de «los combates entre Ucrania y la Federación Rusa». Ha confesado que, tras la aprobación en Ucrania de una ley que limita las actividades de la Iglesia ortodoxa al considerarla un satélite de Moscú, «me surge un temor por la libertad del que reza». «El que reza de verdad, reza siempre por todos», ha sentenciado Francisco. Y ha añadido que «no se hace ningún mal por rezar».

El Papa ha matizado que «si alguien comete algún mal contra un pueblo, será culpable por ello, pero no se puede cometer el mal al rezar». Así, ha solicitado que «se deje rezar al que quiera en aquella que considere su Iglesia, que no se abola directa o indirectamente ninguna Iglesia cristiana». Ha reivindicado con fuerza que «las Iglesias no se tocan». Y ha pedido la paz también para Palestina, Israel, Myanmar «y tantos pueblos que sufren la guerra».

Compartir tratamientos contra la viruela del mono

Cambiando la mirada al continente africano, el Santo Padre ha expresado «mi solidaridad con los miles de personas golpeadas por la viruela del mono, que constituye una emergencia sanitaria global». Ha pedido por «todas las personas contagiadas, especialmente por las de la República Democrática del Congo, que sufre hoy tantas dificultades». Ha enviado su «cercanía a las Iglesias locales de los países más golpeados por esta enfermedad». Y ha solicitado «a los gobiernos y empresas privadas que compartan la tecnología y tratamientos disponibles para que a ninguno le falte asistencia médica».