Francisco urge a «acompañar con amor» las nuevas vocaciones - Alfa y Omega

Francisco urge a «acompañar con amor» las nuevas vocaciones

Ha recibido a los capítulos generales de los Vocacionistas, la congregación de las Hijas de la Presentación de María Santísima en el Templo, la Sociedad del Sagrado Corazón y las Hermanas Dominicas Misioneras de San Sixto

Ángeles Conde Mir
Francisco saluda a algunas de las religiosas a las que ha recibido en la sala Clementina. Foto: Vatican Media

El Papa ha recibido en la sala Clementina a religiosos y religiosas de cuatro congregaciones que en estos días están celebrando su capítulos general. Son los Vocacionistas, la congregación de las Hijas de la Presentación de María Santísima en el Templo, la Sociedad del Sagrado Corazón y las Hermanas Dominicas Misioneras de San Sixto.

En su mensaje, extensible a toda la vida religiosa, Francisco ha insistido en algunas de las recomendaciones que suele hacer a religiosos como él en torno a cuestiones como la formación, el discernimiento y la caridad.

Ha invitado a estos religiosos y religiosas a que recuerden que la formación es un «camino de crecimiento en la santidad que abarca toda la existencia» que completa a los sacramentos, la oración personal y comunitaria y la adoración. «Solo quien con humildad y constantemente se reconoce ‘en formación’ puede, a su vez, esperar ser un buen formador para los demás», ha dicho. Por eso, les ha animado a cuidar con atención las inquietudes del corazón, especialmente, las de los novicios y novicias. El Papa ha explicado que «en un contexto social y cultural caracterizado por una circulación vertiginosa de información, pero pobre en relaciones humanas, urgen educadores que sepan con amor convertirse en acompañantes en el camino de las personas confiadas a ellos».

En cuanto al discernimiento, les ha invitado a escuchar al Señor, a escucharse a sí mismos y a escuchar a los demás para comprender la voluntad de Dios «sugerida al corazón, pero nunca impuesta». Francisco ha destacado que este es un proceso delicado, pero necesario para todos, también para las personas no consagradas.

«Nuestro mundo tiene una gran necesidad de redescubrir el gusto y la belleza de decidir, especialmente en lo que respecta a las opciones definitivas, que determinan un punto de inflexión decisivo en la vida, como las opciones vocacionales», ha afirmado. Para el Papa, en esta tarea son fundamentales los padres y las madres: «Se necesitan para comprender que ser libre no significa quedarse para siempre en el medio, sin decidirse por un camino».

Francisco también les ha recordado que al final de la vida se les examinará del amor, de la caridad. Por un lado, les ha pedido que no alejen su mirada de los pobres. Por otro, les ha animado a ejercer esa caridad en sus comunidades.

«El Señor no nos preguntará: “¿Qué has estudiado?, ¿cuántos títulos conseguiste? He aquí el antídoto eficaz para superar, en nosotros y a nuestro alrededor, la cultura del descarte. Por favor, no descartéis a las personas, no las seleccionéis con criterios mundanos como quiénes son o cuánto dinero tienen. Esos criterios, fuera. No descartar, sino recibir, abrazar a todos y amar a todos», ha concluido el Pontífice.