Viganò, excomulgado por cisma - Alfa y Omega

Viganò, excomulgado por cisma

Un comunicado del Dicasterio para la Doctrina de la Fe anuncia la excomunión latae sententiae para el exnuncio en Estados Unidos, que no reconoce la legitimidad del Papa ni del último concilio

José Calderero de Aldecoa
Carlo Maria Viganò en una conferencia sobre la encíclica 'Humanae Vitae' en Roma
Carlo Maria Viganò en una conferencia sobre la encíclica Humanae Vitae en Roma. Foto: CNS.

El arzobispo Carlo Maria Viganò, exnuncio apostólico en los Estados Unidos, ha incurrido en excomunión latae sententiae por un delito de cisma al no reconocer la legitimidad del Papa y del último concilio. La pena ha sido comunicada este viernes por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, que se reunió el 4 de julio para concluir el proceso que se había abierto contra el arzobispo

«Son conocidas sus declaraciones públicas que muestran su negativa a reconocer y someterse al Sumo Pontífice, a la comunión con los miembros de la Iglesia que le están sujetos y a la legitimidad y autoridad magisterial del Concilio Ecuménico Vaticano II», se lee en el comunicado de Doctrina de la Fe.

Por todo ello, Viganò «fue declarado culpable del delito reservado de cisma» y el Dicasterio «declaró la excomunión latae sententiae. Esta decisión fue comunicada a S.E.R. monseñor Viganò el 5 de julio de 2024», concluye el escueto comunicado.

Prohibición de recibir sacramentos

Fue el propio Viganò quien desveló a través de su cuenta en la red social X que el Vaticano había abierto un proceso penal extrajudicial en su contra con la acusación de «haber cometido el delito de cisma». Una citación que según dijo fue «motivo de honor» para él.

La comunicación eclesial llegó «con un simple correo electrónico», aseguró el afectado, y en ella se le citaba a Roma para responder de los cargos. Además, se le daba de plazo hasta el día 28 de junio para nombrar un abogado defensor. Viganò, sin embargo, declinó presentarse ante el tribunal y, por lo tanto, se le asignó un defensor público que llevó a cabo su defensa. Ahora ha llegado el resultado del proceso.

De esta forma, al exarzobispo se le prohíbe celebrar cualquier sacramento y también recibirlos. Tampoco puede «ejercer oficios o deberes o ministerios o funciones eclesiástica», enumera el Vaticano a través de su portal informativo. La excomunión pretende ser «un castigo medicinal que invita al arrepentimiento», por lo que el Vaticano espera que el afectado vuelva a la comunión con la Iglesia.