Los obispos de EE. UU., contra la sentencia que permite multar y arrestar a personas sin hogar

Los obispos de Estados Unidos han criticado la sentencia que permite multar e incluso arrestar a las personas sin hogar que duerman en la calle en este país. «La criminalización de las personas sin hogar no es la respuesta a la necesidad de cuidar de quienes lo necesitan. Esta decisión no reafirma la dignidad inherente de una persona, que está debidamente reconocida por la Constitución», ha señalado la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) al respecto.

El pronunciamiento eclesial se produce tras la decisión de la Corte Suprema, que ante un caso suscitado en Oregon, avala que se pueda llevar al calabozo —con la consiguiente pena económica— a quienes pernocten en un lugar público aun cuando no haya un refugio seguro disponible. «Tener que dormir en público con una manta es la definición de estar sin hogar. Poner multas y detener a las personas por ello es una estrategia contraproducente para abordar el problema de las personas sin hogar», ha indicado el arzobispo Borys Gudziak, presidente del Comité de Justicia Nacional y Desarrollo Humano de la USCCB.

Más allá de la denuncia, los obispos católicos han dado algunas pautas a la administración para tratar de dar una solución al problema. En lugar de castigar a los más vulnerables, han señalado desde la USCCB, «el Gobierno debería ayudar a proporcionar alojamiento y programas económicos y sociales que defiendan y mejoren la dignidad de las personas sin hogar». Y han añadido: «Esta acción ofrecería oportunidades reales para una vida mejor y para remediar las causas más profundas de la falta de vivienda»

Por último, Gudziak ha advertido de que «las políticas que criminaliza la falta de vivienda» en realidad «son una contradicción directa con nuestra misión de albergar a quienes experimentan la falta de vivienda y cuidar de quienes la necesitan». En este sentido, ha recordado la necesidad de «inversiones federales» para dotar de «viviendas seguras, dignas y asequibles», así con otros servicios básicos «para las personas sin hogar».