Las mujeres y niños salvadas por las Hermanas de la Consolación de Linares - Alfa y Omega

Las mujeres y niños salvadas por las Hermanas de la Consolación de Linares

El proyecto Mujer y Madre de las religiosas recibe el premio Ideales por haber atendido a más de 200 mujeres en riesgo de exclusión. «Conseguimos que no las separen de sus hijos y les damos un futuro», cuenta la directora

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Proyecto de las Hermanas de la Consolación Mujer y Madre, que ha recibido el premio IDEALES en la categoría de Valores Humanos que concede el diario 'Ideal' de Jaén
Proyecto de las Hermanas de la Consolación Mujer y Madre, que ha recibido el premio IDEALES en la categoría de Valores Humanos que concede el diario Ideal de Jaén. Foto: Hermanas de la Consolación.

El proyecto Mujer y Madre, de las Hermanas de la Consolación de Linares, recibió la semana pasada el premio Ideales en la categoría de Valores humanos que concede el diario Ideal, de Jaén.

Desde su fundación en el año 2007, por esta casa han pasado ya más de 200 mujeres en situación de vulnerabilidad social, «sobre todo por procesos migratorios complejos o por haber sufrido violencia doméstica», afirma Silvia Sanchis, superiora de la comunidad y directora del proyecto. También acogen a mujeres en riesgo embarazadas y a otras con hijos pequeños en una casa de acogida que da cabida a seis mujeres a la vez, con el propósito de ampliar tres plazas más próximamente. «Continuamente nos llegan demandas de toda España, y tenemos más peticiones de las que podemos atender, unas seis al mes como media», señala la directora. 

Todas ellas tienen la posibilidad de mirar al futuro acompañadas de sus hijos, «porque lo normal es que los servicios sociales las separen de ellos al no poder asegurar su cuidado», relata Sanchis, que cuenta asimismo que eso «lo agradecen mucho, porque suelen llegar en situaciones desesperadas». 

El misterioso pedido de Mercadona

Todas las semanas llega hasta la casa de las Hermanas de la Consolación un completo pedido de Mercadona. «No sabemos quién es la persona que lo envía, y eso que hemos intentado averiguarlo para darle las gracias», afirma madre Silvia. Para la superiora de la comunidad, este es un ejemplo más de la «solidaridad» de la gente de Linares, como lo son los casi 30 voluntarios con que cuentan las mujeres de la casa para recibir clase o acompañamiento para ir al médico, por ejemplo. «El hecho de que estemos aquí es un referente para la población, y la gente se vuelca con nosotras. No hay día en que alguien no nos traiga alguna cosa para ayudar en lo que puedan», reconoce.

En el proyecto pueden permanecer hasta un año y medio, tiempo durante el que reciben la formación necesaria para salir adelante por sus propios medios. De hecho, el 92 % de las mujeres que pasan por aquí logran este objetivo. En cualquier caso, una vez dejada la casa continúa la relación y las hermanas y su equipo de profesionales realizan un seguimiento de cada caso, realizando si es necesario un apoyo alimenticio, jurídico o del tipo que sea, «lo que necesiten», dice la directora.  

De este modo, las Hermanas de la Consolación concretan su carisma de «dar consuelo, alentar y dar respiro» a estas mujeres, así como «poner suelo y ofrecer seguridad a personas que vienen a nosotras en una situación de vulnerabilidad», concluye Sanchis.