Francisco aprueba las virtudes heroicas de dos españolas
Las nuevas siervas de Dios son la laica Ascensión Sacramento Sánchez Sánchez y la religiosa Vincenza Guilarte Alonso
El Papa ha aprobado este jueves el decreto de virtudes heroicas de dos españolas, la laica Ascensión Sacramento Sánchez Sánchez (1911-1946) y la religiosa Vincenza Guilarte Alonso (1879-1960), quienes a partir de este momento se convierten en venerables siervas de Dios.
Francisco ha autorizado la promulgación de estos decretos después de reunirse esta mañana con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos. Durante el encuentro, el Pontífice también ha firmado la declaración de martirio de Luigi Palić, sacerdote profeso de la Orden de los Frailes Menores, que fue asesinado por odio a la fe en Albania el 7 de marzo de 1913; y del sacerdote diocesano Giovanni Gazulli, también asesinado por odio a la fe en Albania, pero en marzo de 1927.
Reconciliación y pobreza
Ascensión Sánchez nació el 15 de junio de 1911 en Sonseca en el seno de una familia cristiana y falleció en Madrid el 18 de agosto de 1946. Fue laica consagrada y fundó el instituto secular Cruzada Evangélica junto a Doroteo Hernández Vera.
Una de sus misiones principales fue el de la reconciliación entre los españoles. La guerra civil estaba recién acabada y los recelos entre los ciudadanos estaban todavía a la orden del día. En este contexto, Sánchez se entregó a limar asperezas y superar adversidades.
Vincenza Guilarte, por su parte, fue religiosa en la Congregación de las Hijas de Jesús. Nació el 21 de enero de 1879 en Rojas de Bureba (España) y falleció en Leopoldina (Brasil) el 6 de julio de 1960.
La nueva sierva de Dios, según el Vaticano, «se dedicó principalmente a personas en situación de debilidad, pobreza y enfermedad» y fue enviada, junto con cinco hermanas, a Brasil para fundar una comunidad, primero en Pirenópolis y luego en Leopoldina, en el estado de Minas Gerais.
Junto con las españolas y los mártires, el Santo Padre también ha aprobado el decreto de virtudes heroicas de Isaías Colón, sacerdote italiano profeso de la Orden de los Frailes Menores, y de María Costanza Zauli, religiosa de las Siervas del Sagrado Corazón y fundadora de las Siervas Adoratrices del Santísimo Sacramento.