Roma acoge un encuentro sinodal para 300 párrocos
Fueron el grupo que menos participó en el proceso de escucha, pero son «el terreno más cercano a los fieles». Para una conversión sinodal verdadera es necesario trabajar con los sacerdotes, dice uno de los coordinadores
Roma se prepara para acoger a 300 sacerdotes de todo el mundo en el evento Párrocos por el Sínodo, del 28 de abril al 2 de mayo. Un encuentro internacional organizado por la Secretaría General del Sínodo y el Dicasterio para el Clero, en coordinación con otros departamentos, que tiene como objetivo escuchar las voces de las Iglesias locales, así como ofrecer la oportunidad de vivir la experiencia de los trabajos sinodales de cerca a un pequeño número de sacerdotes que representará a la Iglesia global. «Como no podíamos hacer un encuentro abierto a todos los párrocos del mundo» se ha seguido el criterio de la Asamblea General del otoño pasado, aclara el subsecretario del Sínodo, Luis Marín de San Martín: «La Conferencia Episcopal Española, que envía a tres obispos, ha elegido a tres párrocos». Se trata de Óscar Díaz, vicario de Evangelización de Sevilla; Teófilo Nieto, de la diócesis de Zamora y el cura español con más parroquias a su cargo (43), y Miguel Ángel González Sáiz, de Coria-Cáceres, que en declaraciones a Alfa y Omega afirmaba que «estamos en un momento histórico en la vida de la Iglesia», por lo que el Sínodo «no puede ser una oportunidad perdida».
El plan en el que estarán inmersos durante esos días lo coordinarán cinco expertos con perfiles muy diversos. Uno de ellos es el sacerdote y nigeriano Benedict N. Ejeh, responsable de la Facultad de Derecho Canónico San Pío X de Venecia. Ejeh recalca que la importancia de este evento reside en la escucha atenta a los párrocos del mundo: «No estuvieron muy presentes en la última asamblea y es una oportunidad para que puedan aportar su experiencia, ya que son los que tocan con sus manos ese nivel inmediato de la vida de la Iglesia. Su participación es crucial porque, de lo contrario, el Sínodo no tendría ningún tipo de retroalimentación y no daría los frutos necesarios».
La viveza de África
Aparte de su papel como canonista en Italia, Ejeh tiene sus raíces en África, por lo que también intentará representar y dar voz a la Iglesia nigeriana. «Toda Nigeria ve el Sínodo como una oportunidad para profundizar en el sentido de ser Iglesia, especialmente en los tiempos actuales, en los que existen tantos desafíos para hacer que la comunidad de mi país sea aún más activa y relevante». En su país, al igual que en el resto del continente, resalta a Alfa y Omega, «existen comunidades muy vivas, con mucha frescura», ya que en su mayor parte «son los jóvenes los que abrazan la experiencia de la fe cristiana y la viven con un espíritu muy alegre».
Otro de los expertos que asistirá al encuentro es el presbítero y teólogo canadiense Gilles Routhier. Apunta que el principal fin de la cita es «forjar vínculos», además de palpar la sinodalidad directamente desde la perspectiva de aquellos que dirigen la vida comunitaria en las parroquias: «Es el terreno más cercano a los fieles. Si queremos que esto arraigue, si queremos una verdadera conversión sinodal de la Iglesia, es absolutamente necesario trabajar no solo con los obispos, sino también con los sacerdotes». Sin embargo, «a lo largo del proceso sinodal nos dimos cuenta de que el grupo que menos participaba era el de los párrocos. Puede ser por varias razones», como que «estén muy ocupados; pero es urgente incluirlos y no dejarlos de lado». Por otro lado, señala que «en Canadá la tendencia católica es siempre dirigirse a Roma, que es la que marca las pautas». Sin embargo, al enfocar el Sínodo el Papa «no comenzó diciendo que habría una reunión en Roma que luego tendría consecuencias en las Iglesias locales. Empezó directamente por ellas».
Los 300 párrocos tendrán la oportunidad de mantener una audiencia privada en el Vaticano con el Santo Padre el 2 de mayo. El subsecretario del Sínodo subraya que el Pontífice ha jugado un papel clave a la hora de organizar esta reunión. «En cuanto le hicimos la propuesta de un encuentro de esta índole, dijo que sí inmediatamente con mucha alegría y con mucho ánimo». A la audiencia la seguirá una Eucaristía presidida por el secretario general del Sínodo, cardenal Mario Grech, en la basílica de San Pedro. Así se pondrá fin a casi cuatro días de trabajos intensos cuyos frutos se esperan ver en la sesión sinodal final, en octubre.