«Un punto de inflexión» en la prohibición universal de la maternidad subrogada
Concluye en Roma la Conferencia Internacional para la Abolición de esta práctica encabezada por Olivia Maurel, nacida por vientre de alquiler y que ahora la combate
Durante dos días en Roma se han dado cita personas de distintas ideologías políticas, nacionalidades y con y sin religión, pero con un objetivo común: Que la gestación subrogada sea prohibida universalmente. Para los organizadores, los firmantes de la Declaración de Casablanca, este encuentro ha sido «un punto de inflexión» para crear más conciencia en torno a lo que definen sin medias tintas como «un mercado de bebés».
La Declaración de Casablanca fue suscrita en 2023 por 100 expertos de 75 nacionalidades. El objetivo de este texto es comprometer a los Estados a adoptar medidas contra la maternidad subrogada en todas sus formas y modalidades, ya sea remunerada o no. Además de solicitar la abolición de esta práctica, dicha Declaración invita también a los Estados a negar todo valor jurídico a los contratos que lleven el compromiso de una mujer de gestar y dar a luz a un niño; a sancionar a las personas físicas y jurídicas que actúen como intermediarios entre las madres de alquiler y los mandantes; a perseguir judicialmente a las personas que recurran a la maternidad subrogada en su territorio; y a perseguir judicialmente a sus nacionales que recurran a la maternidad subrogada fuera de su territorios.
Italia está a punto de alcanzar estos requisitos y convertirse en el primer y único país del mundo, hasta ahora, en prohibir la maternidad subrogada y tipificarla como delito universal perseguible dondequiera que lo cometa un ciudadano italiano. Así lo ha anunciado durante este encuentro la Ministra de la Familia. El proyecto de ley ha sido aprobado en el Parlamento en julio y solo necesita la aprobación del Senado.
Además de expertos y políticos de todo el mundo, han participado en las jornadas Velina Todorova, miembro del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas; y Reem Alasalem, Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra las mujeres y las niñas. Esta última ha asegurado que ha recibido informes denunciando abusos y explotación hacia las mujeres que gestan bebés para otros.
El espaldarazo definitivo a la Declaración de Casablanca ha venido de parte del Papa Francisco. Recibió a los principales firmantes, entre ellos Olivia Maurel, la portavoz de la Declaración. Maurel nació por gestación subrogada y desde que lo supo combate contra esta práctica. Ella escribió al Papa contándole su historia. Durante su encuentro Francisco le expresó el máximo apoyo al grupo de Casablanca y su trabajo.
También intervino en las jornadas de Roma, en nombre de la Santa Sede, el Subsecretario para las Relaciones con los Estados. Miroslaw Wachowski insistió en que la lucha contra la gestación subrogada no es solo una cuestión católica, sino universal de todos los hombres de buena voluntad. Además, algunos de los promotores de la Declaración de Casablanca mantuvieron un encuentro con el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin.