Francisco ensalza «el papel insustituible» de las mujeres en la agricultura mundial

«Las familias que se dedican a la agricultura son encomiables por la forma solidaria de su trabajo. así como por el estilo respetuoso y delicado con el que cultivan la tierra». De este modo comienza el Papa Francisco su mensaje a los más de 35 millones de agricultores representados en la Conferencia Global sobre Agricultura Familiar que ha comenzado este martes en Vitoria.

El Papa, que ha confiado la lectura de su mensaje a Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria, señala asimismo que la labor de los pequeños agricultores «es clave para hacer que los sistemas agroalimentarios sean más inclusivos, resilientes y eficientes», y ha lamentado que a pesar de «su protagonismo en el progreso de sus pueblos», todas estas personas y familias sigan siendo «golpeadas por la pobreza y la escasez de oportunidades».

Junto a ello, Francisco ha resaltado «el papel insustituible» de las mujeres rurales en este contexto, pues «representan una brújula segura para sus familias, un punto de apoyo firme para el progreso de la economía, especialmente en los países en desarrollo, donde no sólo son beneficiarias sino verdaderas impulsoras del progreso de las sociedades en las que viven».

Del mismo modo, el Papa ha pedido atención para los jóvenes agricultores, ya que «la verdadera revolución para un futuro alimentario comienza con formar y potenciar a las nuevas generaciones». En esta línea, «el regalo que los jóvenes nos proporcionan consiste en aportar soluciones innovadoras para abordar viejos problemas y en la valentía para no dejarse limitar por un pensamiento miope que se resiste a cambiar», ha dicho el Papa a los participantes en la cumbre. Por todo ello, los pequeños agricultores «tienen la cercanía de la Iglesia», ha afirmado el Papa, que ha reiterado la llamada a «prestar atención a sus necesidades humanas, espirituales y sociales, además de las propiamente técnicas».

La Conferencia Global sobre Agricultura Familiar reúne desde este martes y durante cuatro días a 200 participantes llegados de 55 países para debatir sobre los desafíos que enfrenta la agricultura familiar en el mundo y plasmar algunas propuestas para asegurar la sostenibilidad económica, social y ambiental del planeta. Desde la propia organización se señala que «hoy la agricultura familiar de todos los territorios del planeta se enfrenta a un conjunto de graves retos interconectados, entre los que se encuentran la crisis climática, los elevados costes de los insumos productivos o la falta de reconocimiento social». Por ello, buscará promover el reconocimiento del papel «central, estratégico e integral» de la agricultura familiar, así como «el desarrollo de las áreas rurales, la preservación de la naturaleza y la superación de las desigualdades», entre otros retos.