La Conferencia Episcopal Mexicana pide un proceso electoral en paz y sin injerencias del crimen organizado
Ante las próximas elecciones de este verano y con motivo del inicio de esta campaña electoral, la Conferencia Episcopal Mexicana alerta sobre la posible intromisión de la violencia criminal y llaman a un proceso electoral ejemplar dejando de lado «conductas egoístas»
En un comunicado publicado el pasado domingo, los obispos mexicanos subrayaron la importancia de las elecciones como «renovación democrática» e invitaron a vivirlas «con libertad y responsabilidad». «Merecemos una jornada histórica que, con una nutrida participación ciudadana, fortalezca la paz y el desarrollo de nuestro país, unido en la riqueza de su diversidad, proyectándonos con esperanza hacia el futuro», destacaron los prelados.
«Sabemos ya de algunos riesgos que amenazan la estabilidad democrática mediante la violencia criminal que, al mismo tiempo, afectan la libertad ciudadana», asegurando así su confianza en las instituciones electorales y la honestidad de todos los candidatos.
El texto reitera el respeto por la dignidad humana y los más pobres haciendo hincapié en la misión social de la Iglesia de «anteponer el bien común por encima del bien particular», sin excluir a nadie y trabajando generosamente por la unidad, la justicia y la paz «a fin de construir un México mejor».
En las próximas elecciones, que se celebrarán en junio, no solo se elegirá al nuevo presidente del país. También se renovarán cargos en los órganos principales del Gobierno, así como a nivel local y municipal. Conocedores de la gran trascendencia de estos comicios, los obispos confían en que sea un proceso «ejemplar» en el que se dejen de lado «intereses partidistas y conductas egoístas».
Los prelados han mostrado su preocupación en «materia de seguridad, desigualdad social, crecimiento económico, insuficiente empleo formal y digno, educación, salud, migración y polarización social» entre otros, y coinciden en el reto de «hacer valer y vivir en un verdadero Estado de derecho como primer paso para superar la corrupción y nuestras carencias».