El crimen organizado intenta robar las elecciones en México

El crimen organizado intenta robar las elecciones en México

Las bandas criminales cada vez eliminan con más impunidad a los políticos incómodos: 89 han sido asesinados desde septiembre

María Martínez López
Lugar donde fue asesinada Alma Barragán el 25 de mayo. Su hija, Alma Sánchez, se presentará a las elecciones en su lugar. Foto: Efe / Stringer

México se enfrenta este domingo a unas de las elecciones más complejas de su historia reciente. Se renovarán buena parte de los cargos públicos, salvo la Presidencia y el Senado. Todo ello en un contexto marcado por la pandemia y, sobre todo, por una oleada de violencia que está batiendo récords, con más de 35.000 asesinatos en 2020.

Además de a problemas endémicos como la falta de educación y de empleo digno, o la «descomposición de las familias», el secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Alfonso Miranda, lo atribuye a la pandemia. Los confinamientos disminuyeron aún más la presencia policial y militar en muchas zonas donde ya era escasa antes, y esto permitió al crimen organizado «actuar con plena libertad y crecer».

Tanto el episcopado en pleno como varios grupos de obispos regionales han reconocido en sus mensajes para las elecciones este problema, y han pedido que se tenga en cuenta a la hora de decidir el voto. Una admonición muy oportuna porque ahora estos grupos, que se han visto fortalecidos, intentan consolidar su control sobre la clase política. Con sangre, si es preciso. Desde septiembre han sido asesinados 89 representantes públicos, incluidos 35 candidatos. Además, según la consultora Etellekt, 565 más han sufrido otros delitos.

«La gente piensa “cómo voy a denunciar si no va a pasar nada y es peligroso”»
Carlos A. Pérez
Presidente de GOPAC México

Este fenómeno «siempre ha estado presente», reconoce a este semanario Carlos Alberto Pérez Cuevas, ex diputado federal por el PAN. Originario de una zona «compleja» como Nezahualcóyotl, en el estado de México, fue testigo de casos de violencia y amenazas contra algunos compañeros. Pero «no sucedía de forma tan generalizada» como ahora. «Y tiene que ver con un contexto de impunidad» y corrupción a todos los niveles.

Cada vez más cómplices

En concreto, su hipótesis es que «cada vez hay más autoridades involucradas» con el crimen organizado. Impiden que las Fuerzas de Seguridad bajo su mando actúen contra el narcotráfico o los secuestros; o incluso «avisan a las bandas si otros cuerpos preparan un operativo». A cambio, estas «les dejan gobernar» y las dotan de recursos para futuras campañas. «Hay muchos presidentes municipales procesados por vinculación con el narco», recuerda. En otros casos, los políticos no tienen lazos tan estrechos con los criminales, «pero les dejan hacer».

Al mismo tiempo, «sigue habiendo» en todos los partidos «personas íntegras» que se enfrentan a estos grupos. Así, en un contexto de permisividad generalizada, se convierten cada vez más en un objetivo que eliminar. Pérez Cuevas cita el caso de Alma Rosa Barragán, candidata del Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Moroleón, en Guanajuato, tiroteada el 25 de mayo en pleno mitin.

«Falta seguimiento a los candidatos elegidos para monitorear su actuación»
Alfonso Miranda
Secretario general de la CEM

«Sería absurdo decir que el proceso electoral de México no va a verse afectado» por la eliminación frecuente de «gente buena que valientemente se mete en una esfera tan manchada», apunta Miranda a Alfa y Omega. «Es difícil decir esto, pero lamentablemente los grupos criminales consiguen su objetivo». El exdiputado va más allá. Teme que, después de esta fase en la que la delincuencia organizada favorece a unos candidatos y combate a otros, den un paso más: conseguir presentar a las elecciones a sus propios miembros, en formaciones creadas por ellos o en otras.

La visita del nuncio

«Como sociedad tenemos que revertir y luchar» contra este proceso perverso, exhorta el secretario general del episcopado. «Cambiar esto no es tarea solo del Gobierno, la Policía, etc., sino que todos tenemos que poner de nuestra parte: toda la sociedad, las empresas, las familias y las iglesias». En este sentido, cita la importancia que tuvo la decisión del nuncio, Franco Coppola, de visitar a finales de abril Aguililla (Michoacán), «uno de los lugares más emblemáticos» de la violencia.

Ignorando las razones de seguridad que lo habían tenido cinco años sin realizar ningún tipo de visitas, quiso llegar a la ciudad por la misma carretera que las mafias locales cortan continuamente con zanjas para evitar que los vecinos circulen por la zona. Recorrió las calles, celebró Misa y se reunió con víctimas de la violencia.

También en el mundo de la política se están dando algunos pasos, añade Pérez Cuevas. Por ejemplo, desde la Organización Global de Parlamentarios contra la Corrupción, que él preside en su país, tratan de promover leyes que recojan buenas prácticas internacionales contra esta lacra. Por ejemplo, considera prioritario endurecer las leyes que regulan la transparencia y rendición de cuentas de los candidatos, para que no se queden solo en lo patrimonial sino que hagan un análisis más profundo y detallado de sus acciones. También pide a todos los partidos que «hagan un frente común para exigir a las autoridades que se investiguen más» los asesinatos.

Por otro lado, la Red de Acción Ética por la Política, de la que es miembro, pretende favorecer que la gente honesta se implique en política. «Ante un escenario tan difícil se les da acompañamiento, en un contexto de cercanía y de trabajo conjunto». Una labor que «ya ha permitido detectar a personas valiosas» y dotarlas de las herramientas necesarias para cumplir su labor.

México
Elegidos: 

500 diputados federales, 15 gobernadores, diputados para las 32 cámaras estatales y unos 20.000 cargos locales

Electores:

94 millones de votantes inscritos sobre una población de 126 millones