Vincenzo Paglia define la eutanasia como «un fracaso», porque «la gente no quiere morir, quiere dejar de sufrir» - Alfa y Omega

Vincenzo Paglia define la eutanasia como «un fracaso», porque «la gente no quiere morir, quiere dejar de sufrir»

El presidente de la Pontificia Academia para la Vida presenta en España la Carta de derechos de las personas mayores y deberes de la comunidad y hace un alegato contra la eutanasia

Redacción
Un momento del coloquio en la Fundación Pablo VI
Un momento del coloquio en la Fundación Pablo VI. Foto: Fundación Pablo VI.

«Todos tenemos que ayudar a los mayores a redescubrir una nueva vocación en esta etapa vital». Así lo expresó el martes el presidente de la Pontificia Academia para la Vida, el arzobispo Vincenzo Paglia, en un coloquio con la exministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, moderado por el director general de la Fundación Pablo VI, Jesús Avezuela. El encuentro ha servido para presentar la traducción al español de la Carta de derechos de las personas mayores y deberes de la comunidad.

Este documento, elaborado en Italia y coordinado por el propio Paglia, es el resultado de un proceso de reflexión auspiciado por el Ministerio de Salud italiano durante la pandemia del COVID-19. «No podíamos contemplar esa tragedia sin hacer nada», explicó el presidente de la Pontificia Academia para la Vida. Por eso, a petición del Gobierno italiano, se formó una comisión, presidida por el propio obispo, para evaluar la situación y pensar «en una nueva concepción de los ancianos, con la intención de crear una ley que permitiera la reorganización de su asistencia, sin excluir a ninguno», contó Paglia. En el texto, académicos, sanitarios y representantes de distintos ámbitos culturales proponen un cambio de paradigma cultural, organizativo y asistencial para concienciar sobre los derechos de las personas de edad avanzada y los deberes de la sociedad de acoger y mejorar esta etapa de la vida.

«Tenemos una concepción de la vejez desde el descarte, pensando que no valen nada, que son solamente un peso y no una riqueza, que no producen y cuestan», lamentó el prelado italiano en la Fundación Pablo VI. Además, aseguró que el texto «significa el portal de una nueva concepción de los ancianos, con la intención de crear una ley para reorganizar la asistencia a todos ellos, sin excluir a ninguno».

«Ahora vivimos en el culto del yo, y tenemos que redescubrir el ser una familia, una comunidad intergeneracional que necesita un cambio de cultura, de mentalidad y de pastoral», añadió Paglia, de modo que los mayores «sean sujetos activos». Así, promovió también para nuestro país una percepción diferente de la edad anciana en tres aspectos fundamentales: «respeto a su dignidad, a los principios y derechos de una atención responsable y la protección para una vida de relación activa».

El último punto del debate se centró en el derecho de tener unos cuidados paliativos dignos al final de la vida para huir de la eutanasia, a la que Vincenzo Paglia definió como «un fracaso y una irresponsabilidad para una serie de personas que no quieren sufrir», ya que «la gente no quiere morir, quiere dejar de sufrir». Por su parte, la exministra María Luisa Carcedo —que en el año 2020 defendió en las Cortes el proyecto de ley socialista sobre la regulación de la eutanasia— le contestó que «nuestra Constitución menciona a los mayores» y, por tanto, «obliga a darles dignidad». No obstante, explicó que la norma «lo único que hace es despenalizar al que ayuda a morir», por lo que «no todo el mundo puede hacerla y ha de ser en el contexto concreto de una enfermedad incurable, sin tratamiento y sin posibilidades de mejora». Se trataría, en cualquier caso, «de un ejercicio de libertad individual y así está escrito en la ley», defendió la exministra.