Una vacuna contra el ébola reduce la mortalidad a la mitad

La única vacuna contra el ébola que se recomienda durante una epidemia reduce la mortalidad entre los contagiados a la mitad. Lo ha demostrado por primera vez una investigación promovida por Médicos Sin Fronteras (MSF) y publicada en la prestigiosa revista científica The Lancet. Esto se suma a la reducción del riesgo de contagio, que ya se conocía.

El estudio está realizado por Epicentre, vinculado a MSF, en colaboración con el Institut National de Recherche Biomédicale (INRB) y el Ministerio de Sanidad de la República Democrática del Congo. Con datos recogidos durante la décima epidemia de ébola en este país, revela que de los 2.279 pacientes confirmados ingresados en un centro de tratamiento de ébola entre 2018 y 2020, murieron el 56 % de los no vacunados y el 25 % de quienes habían recibido la vacuna estudiada, Ervebo (rVSVΔG-ZEBOV-GP).

El estudio es novedoso porque aún no se había evaluado el impacto de este remedio en la mortalidad. Un ensayo clínico en fase 3 realizado en Guinea demostró que en gran medida protege contra la enfermedad. Pero se constató también que algunas personas, a pesar de haber sido vacunadas, se infectaron. El nuevo estudio ratifica que, aunque se produzca el contagio, la mortalidad se reduce significativamente.

Otro dato muy relevante es que revela que «la vacunación tras la exposición a una persona infectada, incluso cuando se administra poco antes de la aparición de los síntomas, sigue confiriendo una protección significativa frente al riesgo de muerte», explica Rebecca Coulborn, epidemióloga de Epicentre. «La reducción del riesgo de fallecimiento merced a la vacunación se suma a la reducción debida al tratamiento específico del ébola», aunque este se retrase.

La vacuna rVSVΔG-ZEBOV-GP, comercializada como Ervebo, está diseñada para administrarse en una sola dosis, lo cual es esencial durante un brote de ébola. Además está provisionalmente por la OMS frente a la cepa Zaire, asociada a una alta mortalidad. Se recomienda para vacunar a los contactos de los contagiados de esta fiebre hemorrágica, a los contactos de estos y a los profesionales sanitarios.