Francisco cancela su viaje a Dubái
No viajará por recomendación médica. Tenía previsto participar en la cumbre del clima, COP28
El Papa Francisco ha cancelado por recomendación médica su viaje a Dubai el próximo viernes para participar en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de Naciones Unidas (ONU), más conocida como COP, que este año celebrará su 28 reunión en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) del 30 de noviembre al 12 de diciembre. La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha informado de que, aunque el estado clínico general del Papa con respecto a la gripe y la inflamación de las vías respiratorias ha mejorado, los médicos le han pedido que no realice el viaje.
«El Papa Francisco ha aceptado con gran pesar la petición de los médicos, por lo que el viaje queda cancelado», señala el comunicado. Además, aclara que el Pontífice sigue interesado en participar en los debates que tendrán lugar en los próximos días, por lo que «se definirán lo antes posible las modalidades por las que esto podrá llevarse a cabo».
El Papa tenía previsto pronunciar un discurso en la COP28 y mantener también una treintena de reuniones bilaterales en la Expo City de los Emiratos: una veintena con otros tantos jefes de Estado y de Gobierno, que están presentes en la COP28, y el resto, con representantes de asociaciones que trabajan en la crisis climática, así como otras personalidades y representantes de conferencias episcopales y comunidades religiosas. Además, el domingo 3 de diciembre, el Papa iba a asistir a la inauguración del Pabellón de las Religiones en la Expo City, a la que asistirá el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed al Nahyan, y el gran imán de Al Azhar, Ahmad al Tayeb, con quien firmó el Documento sobre la fraternidad humana en febrero de 2019 en Abu Dabi.
Era la primera vez de un Papa en una COP
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) confirmó a Europa Press que esta iba a ser «la primera vez» que un Papa asistía a una COP, aunque recordaba que, en el pasado, otros líderes religiosos sí han participado en la misma. En todo caso, Francisco ha enviado mensajes a los participantes, como el año pasado a la COP27, en Sharm el Sheij (Egipto), cuando les pidió «valentía» y determinación «para cumplir con el camino trazado por el Acuerdo de París».
Además, en 2021, Bergoglio explicó que le hubiera gustado estar presente en la Cumbre del Clima celebrada en Glasgow (COP26), pero no le fue posible. En todo caso, urgió a los participantes a buscar «respuestas eficaces a la crisis ecológica sin precedentes».
Juan Pablo II, primero en hablar de conversión ecológica
No obstante, Francisco no es el primer Pontífice en mencionar la necesidad de una conversión ecológica. Fue Juan Pablo II, el 17 de enero de 2001: «Es preciso, pues, estimular y sostener la conversión ecológica, que en estos últimos decenios ha hecho a la humanidad más sensible respecto a la catástrofe hacia la cual se estaba encaminando», subrayó en una audiencia general.
También Benedicto XVI se ganó el apelativo de Papa ecológico por sus llamamientos a proteger la «casa común» —término que después utilizó Francisco— y por su ejemplo, con acciones como la instalación de paneles solares en la Sala Nervi del Vaticano, o la adopción de un bosque húngaro, para que el Vaticano fuera neutral en carbono, según recuerda en su web el Movimiento Laudato Si’, que reúne a organizaciones católicas de todo el mundo.
Además, muchos años antes, el Vaticano ya participó en la Cumbre de la Tierra celebrada en 1992 en Río de Janeiro, que desempeñó un papel fundamental en el lanzamiento de los esfuerzos de la ONU para hacer frente al cambio climático, y que fue el germen de las COP.
En aquella Cumbre de la Tierra se firmó la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), un tratado que establece las obligaciones básicas de los Estados (o partes) y la Unión Europea para combatir el cambio climático.
Las COP se celebran anualmente y reúnen a casi dos centenares de países que buscan negociar acciones conjuntas. El objetivo es revisar el estado de implantación de la Convención y proponer, evaluar y aprobar otros instrumentos que apoyen su instauración frente al cambio climático.