Los obispos empezarán a aplicar las recomendaciones del Defensor del Pueblo en noviembre

Los obispos españoles, reunidos en la tarde de este lunes en Asamblea Plenaria extraordinaria, «han manifestado su dolor por el daño causado por algunos miembros de la Iglesia con los abusos sexuales y reiteran su petición de perdón a las víctimas». El encuentro se convocó el viernes pasado, después de que el Defensor del Pueblo presentara en el Congreso de los Diputados su Informe sobre los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica.

Los prelados también han expresado su «deseo de trabajar conjuntamente en la reparación integral» a estas y en su protección y acompañamiento, así como para prevenir los abusos. Así se recoge en una nota de prensa difundida en torno a las 22 horas de la noche del lunes.

El texto, sin embargo, afirma que «sorprende también la extrapolación que se hace de los datos obtenidos en una encuesta adjunta al informe». Tras su presentación algunos medios estimaban un número de víctimas totales en el conjunto de España a partir del dato de que en una encuesta realizada por la empresa demoscópica GAD3 a 8.000 personas, el 1,13 % de los entrevistados afirmaba haber sufrido abusos en el ámbito religioso. Estos cálculos «no corresponden a la verdad ni representan al conjunto de sacerdotes y religiosos».

Recomendaciones convergentes

Los obispos han valorado positivamente que el informe recoja testimonios de víctimas, una opción que «permite situar a las víctimas en el centro». También «han considerado valiosas las recomendaciones propuestas», que pretenden incorporar «a su esfuerzo diario». Han subrayado que «en buena medida, son convergentes con otras propuestas trabajadas en la CEE desde ya hace algún tiempo».

El Servicio de Protección de Menores del episcopado elaborará un itinerario de aplicación que se implementará a partir de la próxima Asamblea Plenaria ordinaria, prevista del 20 al 24 de noviembre. También durante este encuentro se tomará una decisión sobre la petición de ampliación del plazo presentada por el despacho Cremades & Calvo Sotelo para entregar la auditoría sobre el tema de los abusos encargada por la CEE.

Los obispos se han sumado, por otro lado, a la petición del propio Defensor del Pueblo, que en su investigación exhorta al Estado a «poner en marcha las recomendaciones» que este hace también a las instituciones públicas. Estas están dirigidas a «asumir su responsabilidad en la tarea conjunta de poner fin a esta lacra que afecta a toda la sociedad, como señala el mismo informe».

Más allá de la Iglesia

Los obispos han subrayado que «el estudio del Defensor del Pueblo presenta una visión general del problema que va más allá de la Iglesia: los abusos sexuales a menores son un problema social al que todas las instituciones públicas y privadas tiene el deber de dar respuesta». En este sentido, han incidido en que «dejar de tener en cuenta la magnitud del problema y su dimensión mayoritariamente extraeclesial, supone no afrontar las causas» y «perpetuarlo en el tiempo». Por otro lado, centrarse solo en la reparación de las víctimas de la Iglesia «discriminaría a la mayoría» de supervivientes de abusos.

Después de recordar que «un solo caso de abusos es intolerable», los prelados han manifestado que «la Iglesia quiere contribuir a erradicarlos» no solo en la Iglesia «sino en toda la sociedad». Para ello, «pone al servicio de la misma su triste experiencia para hacerlo, con espíritu de colaboración». «La Iglesia católica en España lleva años trabajando en poner fin a esta lacra y va a seguir trabajando en la misma línea», han abundado.

En el encuentro han participado 88 obispos españoles, de los cuales 31 lo han hecho de manera presencial, encabezados por su presidente, el cardenal Juan José Omella. Estaba presente también la cúpula de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER): su presidente, Jesús Díaz Sariego; el secretario general, Jesús Miguel Zamora, y la secretaria general adjunta, Silvia Rozas. El mismo Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, estaba invitado a participar en la cita pero «declinó por motivos personales».