Irán acaba con la vida de Armita Garavand
Como Mahsa Amini, la joven fue detenida por la Policía de la moral por no llevar el velo islámico. Ha muerto tras casi un mes hospitalizada
La adolescente Armita Garavand ha fallecido en el hospital Fajr de la Fuerza Aérea de Teherán tras casi un mes ingresada después de haber sido detenida en el metro de la ciudad. Las imágenes de su detención han dado la vuelta al mundo. Las cámaras de videovigilancia grabaron a la joven entrando a la estación con la cabeza descubierta. La siguiente imagen es de un grupo de mujeres sacando del vagón por la fuerza a Garavand, que ya aparece inconsciente.
La joven fue inmediatamente hospitalizada. El pasado 22 de octubre se dio la noticia de que estaba en muerte cerebral irreversible y, por tanto, no había ninguna esperanza de recuperación. Tal y como sucedió con Mahsa Amini, Armita Garavand es otra víctima de la política religiosa de Irán que impone el velo islámico a las mujeres. Tras el asesinato de Amini hace más de un año, las mujeres iraníes se han rebelado contra dicha imposición. El movimiento, bautizado como Mujer, Vida y Libertad, supone la mayor contestación al régimen desde 1979.
Irán niega las acusaciones
Como en el caso de Amini, Irán niega que Armita haya sido atacada por su guardia. Asegura que la joven sufrió un repentino malestar y al caer se golpeó la cabeza. Pero en las imágenes se ve cómo discute con una mujer y se aprecia un forcejeo.
La Hengaw Organitation for Human Rights, —una ONG fundada en 2016 por defensores de los derechos humanos en Irán—, solicitó que un equipo médico independiente de Médicos Sin Fronteras, la Cruz Roja y un representante de la ONU investigaran el estado de Armita Garavand. Sin embargo, el régimen no solo impidió que el grupo evaluara la salud de la joven, sino que también intentó arrestar a los periodistas que se personaron en el centro médico para informar sobre su estado. Incluso impidieron entrar al hospital a la madre de la joven, que también fue detenida.
Arrestadas las dos periodistas del caso Amini
También el 22 de octubre fueron detenidas las dos periodistas que revelaron al mundo la historia de la muerte de Mahsa Amini, que en kurdo llevaba el nombre de Jina. Han sido condenadas a seis y siete años de prisión respectivamente. Se trata de Elaheh Mohammadi, que deberá cumplir cinco años de prisión por conspirar contra la seguridad del país más un año por propaganda contra la República Islámica; y la fotoperiodista Niloufar Hamedi. Ambas también fueron declaradas culpables de colaborar con Estados Unidos.