Las ciudades cercanas al terremoto de Marruecos se llenan de iniciativas de ayuda
Cuando el número de fallecidos ya roza los 3.000, los llamamientos a través de las redes sociales están jugando un importante papel
Apenas unas horas después del terremoto de 6,8 grados de magnitud que el pasado 8 de septiembre golpeó el Alto Atlas en Marruecos, vecinos de las zonas más afectadas comenzaron a organizar campañas para ayudar lo antes posible a los más perjudicados. En estos llamamientos, las redes sociales están juntando un papel importante. Donar sangre o entregar alimentos y ropa son las acciones más demandadas estos días.
Mouhcine Camel, profesor de Primaria y fundador del proyecto English Street Class, es uno de los promotores de un grupo de voluntarios que ha surgido estos días. Recogen comida y productos de higiene en su ciudad, Essaouira, desde donde van en coche para entregarlos en mano a las familias que viven en zonas de difícil acceso, como Agdal, en la provincia de Chichaoua, cercana a la comunidad de Mzouda.
«Son lugares que apenas tenían recursos antes de lo sucedido. Ahora el terremoto nos ha sacudido un poco el alma para ayudar a las personas que viven allí», explica Mouhcine. También cuenta cómo los desprendimientos de las montañas han estrechado las carreteras que ya eran complicadas por la geografía escarpada de la zona.
Las cifras de fallecidos publicadas por los medios de comunicación continúan aumentando y acercándose a los 3.000. Del mismo modo, crece la necesidad de voluntarios: «Seguimos necesitando más personas que nos ayuden en esto y también oraciones».
Otros voluntarios comprometidos son el matrimonio formado por Birta y Othman, creadores de las cuentas de Instagram Mandala Society y Minimal Nomads. También ellos han organizado recogida de alimentos no perecederos y productos de higiene. El lunes salieron junto a otros voluntarios, desde la misma ciudad que Mouhcine hacia las aldeas del Alto Atlas, donde repartirán alimentos a los lugareños. Tenían previsto un viaje inicial de tres días y dos noches visitando las aldeas; algunas en coche, y otras escalando.
Si no estoy en Marruecos
Cáritas Española y algunas Cáritas diocesanas, como la de Madrid, han lanzado campañas de ayuda humanitaria urgente para recaudar fondos que se enviarán a Cáritas Rabat a través de Caritas Internationalis.
Por otro lado la joven fotógrafa vasca Patricia Laiseka acaba de lanzar la iniciativa Photography x Charity Morocco. Ha puesto a la venta una serie de fotografías artísticas del país para donar el total de su importe. Como enamorada del país que da nombre a su idea, en los últimos años ha capturado imágenes en blanco y negro de historias cotidianas marroquíes. En su cuenta de Instagram puede verse la colección de fotografías solidarias.
Asimismo, algunas iniciativas marroquíes, como la ya mencionada Mandala Society y también Amal Nonprofit están ofreciendo la posibilidad de contactar con los organizadores para quienes no puedan entregar físicamente los productos y quieran apoyar de otra forma. Estas iniciativas se arman de amor y fe para superar el sufrimiento de los demás dándose a sus hermanos. Todo ello con el objetivo de que, como el ave fénix, el pueblo marroquí vuelve a nacer después de la oscuridad.