La diócesis de Salamanca cederá viviendas en desuso para alquiler social
Un acuerdo con la Junta de Castilla y León permitirá reformar las casas de pueblos donde ya no residen sacerdotes
El obispo de la diócesis de Salamanca, José Luis Retana, y el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, firmaron la semana pasada un acuerdo para incorporar viviendas ubicadas en el medio rural propiedad de la diócesis al parque público de vivienda de la comunidad autónoma. El objetivo es destinarlas a las familias más desfavorecidas en régimen de alquiler social, en una iniciativa similar a las que ya se hacen en otras diócesis de España.
De momento, lo que se ha firmado es un protocolo inicial con el compromiso de que la diócesis entregue próximamente un listado de casas con destino a este proyecto. «La Junta estimó en su día que era necesario potenciar el mercado de alquiler para que personas en situación precaria accedieran a la vivienda y nos llamaron para contar con nosotros», afirma a Alfa y Omega Juan Pedro Melgar, responsable de la Delegación de Patrimonio de Salamanca.
Después de estudiar cada vivienda, la Junta se encargará de rehabilitarlas para que puedan ser habitadas. «De momento van a ser casas parroquiales del medio rural, que llevan cerradas varios años porque no hay sacerdotes residentes en esos pueblos», dice Melgar, para quien la iniciativa «es una buena idea porque las van a ocupar personas y familias que las necesitan y al mismo tiempo van a quedar en buenas condiciones de mantenimiento».
«En general, cuando pateas los pueblos y te encuentras con la gente —añade Melgar—, te dicen que sienten pena de ver que esas casas llevan cerradas años, pero que ven bien que ahora se les pueda dar esa utilidad».