Madrid se olvida de las personas sin hogar durante la tormenta
Las autoridades invitaron a la población a quedarse en casa, pero no establecieron ningún plan para las personas sin hogar. «No nos transmitieron ninguna pauta de actuación», lamenta Juan José Gómez, responsable de CEDIA Cáritas Madrid
Este domingo 3 de septiembre, alrededor de las 14:30 horas, los móviles de todos los madrileños comenzaron a sonar al unísono mientras proyectaban en la pantalla el siguiente mensaje: «Alerta de Protección Civil de la Agencia de Seguridad y Emergencias 112 (ASEM 112). Debido al riesgo extremo de tormentas en la Comunidad de Madrid en el día de hoy, nos encontramos en el nivel 1 del Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones (Inuncam). No utilice su vehículo si no es estrictamente necesario y permanezca en su domicilio atento a posteriores actualizaciones informativas. Por favor, solo llame al 112 en caso de emergencia».
La recomendación, por lo general, fue secundada por la ciudadanía, salvo en el caso de un colectivo muy específico de personas, las que no tienen domicilio, que tuvieron que sortear la DANA como pudieron al no haber previsto ningún plan del Ayuntamiento de Madrid ni de la Comunidad para ellos. «No nos transmitieron ninguna pauta de actuación. Hubiera sido necesario articular algún dispositivo especial durante el fin de semana para que las personas sin hogar se hubieran podido refugiar en condiciones dignas», explica Juan José Gómez, responsable de CEDIA Cáritas Madrid.
El responsable de la entidad eclesial cree que se podría haber procedido de la misma manera que ante otras emergencias. «Todos los años, cuando llega la temporada de frío, se pone en marcha una campaña especial y se habilitan más plazas de alojamiento para evitar las inclemencias del tiempo. Ahora se podía haber hecho algo similar», subraya Gómez, que habla del colapso actual en el que se encuentran los recursos habitacionales. «Están llenos, incluso con una larga lista de espera».
Ducharse y secar la ropa
Ante la inoperancia de las administraciones para el caso de las personas sin hogar, las entidades que atienden a este colectivo han tenido que actuar por su cuenta. «En nuestro caso, ante las noticias de la llegada de la DANA nos adelantamos e hicimos una petición extraordinaria al servicio de catering previendo que tendríamos más peticiones de alojamiento y, por tanto, de alimentación», asegura el responsable de CEDIA Cáritas Madrid.
«Efectivamente, vino mucha más gente», confirma Gómez. «Las principales demandas tenían que ver con la higiene. Muchas personas querían ducharse y, sobre todo, lavar y secar la ropa que se les había mojado con la tromba de agua», detalla.
Olvidados también ante el calor
Lo ocurrido durante la DANA, sin embargo, no es un caso asilado. «Pasó igual durante la ola de calor», hace escasas semanas. «No se estableció ningún tipo de previsión para las personas sin hogar», rememora Juan José. De esta forma, el centro que dirige tuvo aquellos días un incremento de las peticiones de estancia, «al estar el edificio medianamente climatizado».
Al final, la sensación que tiene el responsable de CEDIA Cáritas Madrid es que «las personas sin hogar son las grandes olvidadas ante los desastres naturales. Son los últimos de los últimos. Y la mujer sin hogar, peor todavía. Es el perfil más vulnerable», concluye Juan José Gómez.