«Cristo no es un recuerdo del pasado, sino el Dios del presente» - Alfa y Omega

«Cristo no es un recuerdo del pasado, sino el Dios del presente»

Durante el rezo del ángelus, el Papa ha pedido oraciones por su inminente viaje a Mongolia y ha saludado con cariño a los peregrinos de Madrid

Ángeles Conde Mir
Francisco durante el rezo del ángelus este domingo. Foto: CNS photo / Vatican Media.

En esta última jornada de calor abrasador en Roma, todavía miles de peregrinos han acompañado al Papa Francisco en el rezo del ángelus desde la plaza de San Pedro. Francisco ha reflexionado sobre la pregunta de Jesús a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».

A partir de esta pregunta, el Pontífice ha repasado quién es hoy en día Jesús para la gente. Puede ser una buena persona, un maestro o un personaje histórico. Pero el Papa ha insistido en que no es un mero personaje histórico, porque significa que sería un personaje del pasado. «Jesús no quiere ser un protagonista de la historia, sino de tu presente; no un profeta lejano, sino el Dios cercano», ha aclarado Francisco.

Ha ampliado esta explicación asegurando que «Cristo no es un recuerdo del pasado, sino el Dios del presente», porque si fuera un personaje histórico nada más sería imposible imitarlo.

«En cambio, Jesús está vivo y nos acompaña, está a nuestro lado, nos ofrece su Palabra y su gracia, que iluminan y reconfortan en el camino», ha insistido el Pontífice quien además ha recordado que en el camino de la vida siempre nos acompaña Jesús.

Cristo no es un héroe difunto

En el Evangelio de hoy Pedro demuestra comprender que Jesús no es alguien del pasado porque «reconoce en Jesús el Hijo del Dios vivo».

«No es un héroe difunto, sino el Hijo de Dios vivo, hecho hombre y venido para compartir las alegrías y las fatigas de nuestro camino. No nos desanimemos, por lo tanto, si a veces la cima de la vida cristiana parece demasiado alta y el camino demasiado empinado. Miremos a Jesús, que camina junto a nosotros, que acoge nuestras fragilidades, comparte nuestros esfuerzos y apoya sobre nuestros hombros débiles su brazo firme y suave. Con Él cerca, también nosotros tendámonos la mano los unos a los otros y renovemos la confianza: ¡Con Jesús lo que parece imposible en solitario ya no lo es!», ha exclamado el Papa.

Y para la reflexión individual, como es habitual, ha dejado una pregunta fundamental: «Para mí, ¿quién es Jesús?».

Saludo cariñoso a los peregrinos de Madrid

El jueves el Papa emprende su viaje apostólico número 43 con destino a Mongolia para acompañar unos días y animar al pequeño rebaño de esta enorme nación asiática. Por ello, ha pedido oraciones por los frutos de este viaje que le llevará a Ulán Bator hasta el próximo 4 de septiembre: «El jueves próximo partiré de viaje de algunos días al corazón Asia, a Mongolia, una visita muy deseada. Será la ocasión para abrazar una Iglesia pequeña en número, pero vivaz en la fe y grande en la caridad. Y también para encontrar de cerca un pueblo noble y sabio con una gran tradición religiosa que tendré el honor de conocer especialmente en el contexto de un evento interreligioso», ha dicho Francisco que se ha dirigido directamente al pueblo de Mongolia para asegurarles que está feliz de viajar «para estar entre vosotros como hermano de todos».

Antes de despedirse de los fieles, el Pontífice ha asegurado sus oraciones por las víctimas de los incendios en el noroeste de Grecia y, una vez más también por Ucrania. Además, ha saludado cariñosamente a un grupo de peregrinos de Madrid. Y, por último, ha recordado a santa Mónica en esta jornada en la que la Iglesia celebra su memoria litúrgica para encomendarle a las madres que sufren por aquellos hijos que están «por los caminos difíciles de la vida».