La Fiscalía vaticana acusa a Becciu de las irregularidades financieras en la Santa Sede

El promotor de Justicia del Vaticano, Alessandro Diddi, acusó el miércoles al cardenal Angelo Becciu de ser el responsable último de la compra de un edificio de lujo en la plaza londinense de Sloane Square con fondos del Vaticano. Fue un negocio que se descubrió fraudulento y supuso una pérdida para la Santa Sede de entre 139 y 189 millones de euros. «Fue su operación, partió de él», afirmó Diddi en una audiencia con periodistas sobre el proceso judicial para aclarar las inversiones financieras de la Secretaría de Estado.

Diddi definió a Becciu como el «verdadero instigador» de varias operaciones de este tipo y añadió que el purpurado «ordenó manipular las cuentas de la Secretaría de Estado para ocultarlas de los controles». También lo acusó de no colaborar con la Justicia. «El cardenal Becciu pensó que para él lo mejor no era defenderse en el juicio, sino contra el juicio. Para él, la mejor defensa era atacar a quienes representaban a la autoridad judicial», sostuvo Alessandro Diddi. Se prevé que el promotor de Justicia comunique la petición de pena durante la próxima semana.

El cardenal Angelo Becciu fue sustituto de la Secretaría de Estado entre 2011 y 2018. Después, el Papa le retiró sus derechos cardenalicios por las dudas que tenía sobre las operaciones económicas en las que participó. Sigue siendo cardenal aunque ha perdido el derecho a votar en un cónclave. Aparte de él, otras nueve personas están imputadas en este juicio, que desde 2021 trata de poner orden en las cuentas de Secretaría de Estado.

Algunos de los testimonios más relevantes de este caso son los que el arzobispo venezolano Edgar Peña Parra dio en marzo. Entonces afirmó que en la Secretaría de Estado hubo «clientelismo» y «deficiencias en la gestión de las finanzas». Añadió que las finanzas se gestionaban de forma opaca e irregular por parte de Becciu y su responsable administrativo, el sacerdote Alberto Perlasca.

Este proceso ha sido muy mediático, aunque se ha descartado la intervención del Papa y de momento se ha aplazado una hipotética participación de Pietro Parolin, el secretario de Estado actual.