México despide a su cuarto periodista asesinado en lo que va de año - Alfa y Omega

México despide a su cuarto periodista asesinado en lo que va de año

El cuerpo sin vida de Luis Martín Sánchez Íñiguez, que se encontraba desaparecido desde el pasado 5 de julio, fue hallado con signos de violencia oculto en una bolsa

Begoña Aragoneses
Luis Martín Sánchez Íñiguez, en una imagen reciente. Foto: @LaJornada.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México condenó la última muerte de un periodista en el país, Luis Martín Sánchez Íñiguez, corresponsal de La Jornada asesinado en Tepic, ciudad costera del estado de Nayarit, en la costa del Pacífico mexicano. Sánchez Íñiguez había desaparecido el pasado 5 de julio de su domicilio, y su cuerpo fue localizado tres días después oculto en una bolsa, atado de manos y con evidentes signos de violencia. En él se hallaron dos notas escritas a mano cuyo contenido no ha trascendido.

En la vivienda del periodista, de 59 años, faltaban el ordenador, un disco duro externo, su teléfono móvil y su carné de prensa. El modus operandi de los asesinos lleva a las autoridades a sospechar que la muerte de Sánchez Íñiguez pudo estar relacionada con su labor periodística. De hecho, tal y como ha avanzando la publicación para la que trabajaba el reportero, él mismo ya había advertido a su familia de que, si algo le pasaba, era por todo lo que estaba investigando. Los responsables no han querido avanzar, no obstante, quién podría estar detrás del crimen, si bien las notas manuscritas son seña de identidad de los cárteles de la droga.

Un momento del entierro de Luis Martín Sánchez Íñiguez. Foto: @LaJornada.

El cadáver del periodista fue velado en su vivienda, en la que se ofició una Misa de cuerpo presente antes del traslado al cementerio.

La desaparición de Sánchez Iñíguez había sido denunciada por su esposa, Cecilia López Aguilar, después de que fuera visto por ultima vez en Jalisco. También en esos días, y en la misma zona, fueron secuestrados otros dos informadores que, en su caso, han sido liberados sanos y salvos. Además, el fallecido es el tercer redactor de La Jornada asesinado en el ejercicio de su profesión. En 2017, el cártel de Sinaloa acabó con la vida de los periodistas Miroslava Breach y Javier Valdez en represalia por publicaciones relaciones con sus actividades del narcotráfico.

Con la muerte del reportero de La Jornada son cuatro los periodistas asesinados en lo que va de año en México, un país en el que la libertad de prensa está seriamente comprometida. Durante la primera mitad del mandato de López Obrador, los asesinatos relacionados con la prensa han aumentado un 85 %, según datos recogidos por El Observador. Además, 2022 fue un año especialmente crudo, con 15 muertos.