Irán lleva a juicio a tres mujeres cristianas detenidas por cargos desconocidos
Fueron detenidas el pasado 9 de mayo en sus domicilios, pero se desconocen los cargos que se les imputan. Fueron llevadas a un lugar desconocido y posteriormente trasladadas a la cárcel de Evin. Se les ha negado la asistencia de un abogado
Tres mujeres iraníes convertidas al cristianismo fueron arrestadas el mes pasado y recluidas durante 40 días en régimen de aislamiento en la prisión de Evin, en Teherán. El pasado domingo, 2 de julio, afrontaron la primera audiencia ante el Tribunal por cargos desconocidos. La información, que recoge AsiaNews, proviene de Article18, sitio web especializado en documentar las represiones que tienen lugar en la república islámica contra las minorías religiosas, especialmente los cristianos. La página reproduce la denuncia de una organización con sede en Estados Unidos.
El envío a juicio sin acusación formal no es infrecuente en Irán, aseguran desde AsiaNews, como tampoco lo es la detención de cristianos, que en más de una ocasión han terminado en el punto de mira de las autoridades solo por haberse reunido a rezar en un domicilio particular.
Shilan Oraminejad, Razieh (Maral) Kohzady y Zahra (Yalda) Heidary fueron detenidas en sus domicilios la madrugada del 9 de mayo por agentes del Ministerio de Inteligencia iraní. Según MEHR Ministries, las Fuerzas de Seguridad dijeron que tenían órdenes de registro y procedieron a confiscar pertenencias personales como teléfonos móviles, ordenadores portátiles, libros y panfletos, «sin dar ninguna explicación».
Las tres mujeres cristianas habrían sido trasladadas a un lugar desconocido y mantenidas en régimen de aislamiento durante 40 días, antes de que pudieran llamar a sus familias para informarles que estaban recluidas en la cárcel de Evin, donde habían sido trasladadas en un segundo momento. Desde entonces han podido ver a sus familias, pero se les ha negado, también sin explicación, la asistencia de un abogado.
Hamid Hatami, presidente de MEHR Ministries, declaró a Voice of America que, después de estar con ellas, sus familiares afirmaron que las mujeres «no se encontraban en buenas condiciones físicas ni de salud». En los últimos días la misma fuente ha informado de que dos de ellas —Shilan y Zahra— habían sido puestas en libertad bajo fianza a la espera de juicio, mientras que Maral permanecía detenida.
Esta última noticia confirma que se está produciendo un «claro retroceso» de la situación por lo que respecta a la libertad religiosa en Irán, en consonancia con la creciente represión por parte de las autoridades, vinculada a las protestas que estallaron con la muerte de Mahsa Amini a manos de la Policía. El mismo dato se encuentra en el Informe 2023 de la US Commission on International Religious Freedom de Estados Unidos, publicado en mayo, en el cual se solicita reclasificar a la república islámica como «país especialmente preocupante» por sus «violaciones sistemáticas y atroces».