El Papa planea visitar Argentina en 2024, después de las elecciones
En declaraciones a La Nación pide que no le «vinculen con la política argentina» y confiesa que aún extraña a Benedicto XVI
El Papa Francisco tiene el proyecto de visitar su país natal, Argentina, en 2024. «Quiero ir al país el año próximo», le dijo al periodista de La Nación Joaquín Morales Sola en unas declaraciones que se publicaron el pasado domingo. El Santo Padre le insistió en que «siempre» ha querido «volver al país» después de dejarlo en 2013 para tomar parte en el Cónclave en el que resultó elegido.
Una visita de este tipo se lleva retrasando desde 2017, reconoció hace unas semanas a la vaticanista de La Nación, Elisabetta Piqué. Argentina estaba incluida en un primer momento en un proyecto de viaje a Chile y Uruguay. La presidenta chilena, Michelle Bachelet, le pidió retrasar el viaje hasta después de las elecciones presidenciales de ese año en Chile. Eso dificultaba mucho continuar la gira por Argentina y Uruguay, y se optó entonces por un viaje combinado a Chile y Perú en enero de 2018.
Si los Papas evitan en general visitar países en medio de procesos electorales, Francisco hace especial hincapié en ello en lo que respecta a su propio país, donde unos y otros han intentado teñir su figura de tintes políticos. «No me vinculen con la política argentina, por favor», pidió a Morales Solá. «Hace diez año que estoy fuera del país. No llevo el pulso de lo que pasa en la Argentina. Sería injusto que en tales circunstancias tuviera simpatías o antipatías», añadió.
Siendo así, dejar caer ahora la posibilidad de un viaje a su patria el año que viene le permite desvincularlo totalmente del resultado de las elecciones generales de octubre y las presidenciales de diciembre. «Irá, sea quien fuere la figura que resulte elegida», subraya Morales Solá en su texto.
Echa de menos a Benedicto
En la conversación, Francisco también adelantó que en breve se sabrá quién el sucesor del cardenal Mario Poli al frente de la archidiócesis de Buenos Aires. Poli presentó su renuncia en noviembre, al cumplir 75 años. El Papa lo recibió el martes de la semana pasada. «Solo puedo adelantar que hay tres candidatos fuertes», apuntó. Se «debe tener en cuenta la opinión de las instituciones vaticanas y de los cardenales que están a cargo de esas instituciones».
En otro orden de cosas, el Santo Padre reconoció que aún extraña a Benedicto XVI, fallecido el 31 de diciembre y con quien se veía «mucho más de lo que se sabe, sobre todo en los últimos tiempos cuando era evidente que su salud se deterioraba irremediablemente». «Siempre tuve de parte de él solo buenos consejos y una ayuda permanente».