El Papa llama a la solidaridad ante la «calamidad devastadora» en Turquía y Siria
Las autoridades han elevado la cifra de muertos hasta los 11.100. «Con conmoción rezo por ellos y expreso mi cercanía a estos pueblos, a las familias de las víctimas y a todos los afectados», ha dicho el Pontífice durante la audiencia
El Papa ha aprovechado la audiencia general de este miércoles para expresar su pésame y asegurar su oración por Turquía y Siria, «duramente golpeadas por el terremoto que ha causado miles de muertos y heridos». Hasta el momento, ambos países han contabilizado 11.100 muertos. El seísmo, que Francisco no ha dudado en calificar de «calamidad devastador», ha provocado además que más de 380.000 personas hayan perdido su hogar.
«Con conmoción rezo por ellos y expreso mi cercanía a estos pueblos, a las familias de las víctimas y a todos los afectados», ha dicho el Pontífice, que también ha animado a la comunidad internacional a solidarizarse «con estos territorios, algunos de ellos ya martirizados por una larga guerra».
Por último, ha instado a los fieles a rezar para que «estos hermanos nuestros» puedan seguir adelante ante esta tragedia. «Pidamos a la Virgen que los proteja». Acto seguido, el Santo Padre ha rezado un avemaría junto con todos los que abarrotaban este miércoles el Aula Pablo VI, donde se ha celebrado la audiencia general.
Antes de concluir, el Papa ha vuelto a acordarse de Ucrania y ha pedido no olvidar el sufrimiento de este pueblo, tan martirizado «por el frío», una situación que afrontan «sin luz, sin calefacción y en guerra». En su repaso internacional también se ha referido a Chile y ha encomendado a las víctimas y afectados «por los incendios» que en la actualidad sufre «esta querida nación».
Recuerdo de su viaje pastoral
Además de Turquía, Siria, Ucrania o Chile, Francisco ha hablado sobre la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, de donde acaba de llegar de viaje. Durante la catequesis, ha recordado su periplo por ambos países y ha vuelto a clamar: «¡Basta de explotar a África!».
Sobre R. D. del Congo, el Pontífice ha dicho que es «una tierra rica de recursos y ensangrentada por una guerra que no termina nunca porque siempre hay quien alimenta el fuego». Sudán del Sur, sin embargo, «es víctima de la vieja lógica del poder y de la rivalidad, que produce guerra, violencias, refugiados y desplazados internos».