La diócesis de Almería denuncia la expulsión de temporeros de un asentamiento sin alternativa digna
Situado en Níjar, cobija a cerca de medio millar de personas, que se niegan a ir al albergue temporal propuesto por el Ayuntamiento. La Iglesia pide un realojo «digno y razonable»
Sucedió en septiembre en Lepe (Huelva) y ahora le toca a Níjar (Almería). Los temporeros, en su mayoría migrantes, no solo sufren las condiciones infrahumanas de las viviendas improvisadas, sino también la persecución de la Administración que los quiere expulsar sin alternativa digna.
En la población almeriense, el Ayuntamiento ha notificado el desalojo y la demolición del asentamiento chabolista de El Walili para el próximo lunes, donde vive medio millar de personas, que trabajan en el sector agrícola. La alternativa, un albergue temporal del que se desconoce el número de plazas, ha sido rechazada por los afectados, que se han manifestado en varias ocasiones durante los últimos meses.
«Ven amenazado su frágil espacio vital y consideran que no hay una alternativa razonable para ellas. No parece que, a lo largo del proceso, se les haya considerado como sujetos adultos y protagonistas de su historia», denuncian desde el Secretariado de Migraciones de la diócesis de Almería.
A través de un comunicado, se posicionan en contra del chabolismo y de otro tipo de infravivienda, pero recuerdan a la Administración de que «cualquier desalojo debe ir asociado a un realojo digno y razonable». «De lo contrario, se estarían violando derechos fundamentales de las personas», añaden.
Por ello, la diócesis reclama la paralización del desalojo del 30 de enero, «pues no se dan las condiciones mínimas para llevarlo a cabo», que se establezca un diálogo con los afectados y que haya claridad en el proceso, «con deliberación pública y participación de las personas interesadas».
Desde la Iglesia ven en la actuación del Ayuntamiento de Níjar «falta de claridad en la información y de rigor en las propuestas». «A falta de pocos días para la fecha del desalojo sigue percibiéndose demasiada improvisación», recoge el texto.