Ullate: «Me ha impresionado el amor brutal de Jesucristo»
Málaga acoge hasta el 8 de enero el musical Godspell, producido por Antonio Banderas, dirigido por Emilio Aragón y con Víctor Ullate en el papel de Judas. «Contamos algo no solo bonito, sino importante»
La ovación cerrada y el entusiasmo del público que aquella noche abarrotaba el Teatro del Soho CaixaBank, situado en Málaga, dejaba claro que la función había gustado, pero, de pronto, alguien entre el público gritó un: «¡Gracias!». Entonces, los actores se convencieron definitivamente de lo que se repiten cada día antes de subirse al escenario para interpretar Godspell, que estará en cartel hasta el 8 de enero de 2023: «Chicos, estamos contando algo que no es solo bonito, sino importante».
El agradecimiento, sin embargo, no es la única reacción de la que el actor, cantante y bailarín Víctor Ullate ha sido testigo cuando se ha bajado el telón de este musical, producido y dirigido, respectivamente, por dos personas que no necesitan presentación: Antonio Banderas y Emilio Aragón. «El otro día salí un momento a ver la función y vi a un señor de unos 50 años al que se le estaba cayendo una lágrima, y pensé: “Qué bonito es cuando el teatro llega al alma de las personas y les hace conmoverse hasta el punto del llanto”», subraya Ullate, que también ejerce de ayudante de dirección en la obra, en conversación con Alfa y Omega.
—¿Y qué ocurre sobre el escenario para que se generen tales reacciones?
—Primero ocurre algo detrás del escenario, y es la comunidad tan bonita que hemos formado entre nosotros y en la que destacan Antonio [Banderas] y Emilio [Aragón], que son dos seres de luz, dos personas maravillosas. A eso hay que sumarle ingredientes como la música o las luces, que son una pasada, y los muchos puntos cómicos de la obra. Pero más allá de todo eso, lo que ocurre es la historia de Jesús contada a través de una serie de parábolas del Evangelio de san Mateo.
- El musical se estrenó el miércoles 3 de noviembre y estará en el Teatro del Soho CaixaBank, de Málaga, hasta el domingo 8 de enero de 2023
- Cuando terminen las funciones de Málaga, la idea es llevar el musical por toda España. «Ya barajamos las opciones de Madrid, Barcelona, Bilbao…, pero ya sabes que esto lo marca un poco el público», explica Ullate
- La obra se estrenó por primera vez en España en 1974
Unas parábolas en las que Ullate no había profundizado nunca y, cuando tuvo que hacerlo por exigencias del guion, se ayudó de un amigo suyo sacerdote. «Primero acudí al Evangelio, y luego ya mi amigo cura me explicó las figuras de Judas, de Juan Bautista y del mismo Jesús. Cuál era el papel y la predicación de cada uno de ellos», confiesa el bailarín, que comienza la obra en el papel del precursor de Jesús, pero que la acaba con el del apóstol que lo traicionó. Tras sumergirse en la Palabra de Dios y ponerse en la piel de los amigos más cercanos del Señor, el que fuera director de la escuela del televisivo programa Fama, ¡a bailar! confiesa que se ha quedado «impresionado, sobre todo, del amor brutal de Jesucristo, que incluso da su vida por los demás».
Además de amor, Godspell —que se trata de una adaptación de la obra homónima, y original, de Johan-Michael Tebelak y Stephen Schwartz— propone valores como la misericordia, el perdón, el respeto al prójimo o la justicia por los cuatro costados, todos ellos en claro retroceso en la actualidad. «Lo estamos perdiendo», lamenta el actor.
—Vemos al mundo más dividido que nunca. ¿Godspell es hoy más necesario que cuando se estrenó en los años 70?
—Creo que no es bueno comparar, pero, desde luego, hoy hacen mucha falta todos esos valores de los que hablábamos antes. Hay que dejar de mirarse el ombligo y mirar hacia fuera, todo lo que está sucediendo a nuestro alrededor. En la actualidad parece que impera el «sálvese quien pueda», pero nos iría mucho mejor si empatizáramos más con el prójimo. Deberíamos cuidar más de nuestro mundo y de las personas.
Ullate también subraya el perdón, que está convencido que su personaje de la obra hubiera obtenido de Jesús si no se hubiera desesperado y ahorcado. De hecho, Judas quiso devolver las 30 monedas de plata que obtuvo por su traición, pero no se las aceptaron y, con ellas, los sumos sacerdotes compraron el campo del alfarero. «Al final, se trata de un error humano», sostiene el afamado actor. «Él mismo se da cuenta de lo que ha hecho y se arrepiente, lo que pasa es que se termina suicidando».
De igual modo, «los seres humanos cometemos muchos errores a lo largo de nuestra vida; la clave está en no
desesperarnos, pedir perdón y aprender de ellos», propone. Y no solo pedirlo, sino también darlo. «El saber perdonar es algo muy importante para el ser humano. Nos iría mejor como sociedad si utilizáramos más el perdón», concluye Víctor Ullate, para quien «el perdón es curativo. Nos sana por dentro; el problema es que no te das cuenta hasta que no lo pones en práctica».